Felipe II soñaba con que Madrid tuviera salida al mar y pro eso ideó un canal que uniera la capital de España con Lisboa. Ese plan se plasmó en una construcción que ha salido ahora a la luz durante unas obras que se están realizando en el Metro y que han supuesto todo un hallazgo arqueológico.

Un pasadizo permanecía oculto bajo las calles de Madrid. Por donde ahora pisamos antes navegaban las barcas. El equipo de 'Informativos Telecinco' ha tenido la suerte de poder conocer Esther Andreu, arqueóloga, que está estudiando este canal que se encuentra "justo en el centro del Real Canal del Manzanares".

Este es "un proyecto muy antiguo de unir Madrid con Lisboa" que tenía Felipe II. "A mediados del siglo XVIII la idea era prolongarlo hasta Aranjuez, que vertiese en el Tajo y que fuera navegable", explica la arqueóloga.

El proyecto se quedó a medias. Son 30 metros de tablones de madera los que han resistido al tiempo y forman el trecho que mejor se conserva.

"Como veis no tiene muchísima profundidad porque realmente se movían en barcazas y por animales de tiro iban por los laterales, con la soga tirando", expone Esther. Para ayudar a mantener la dirección del camino, "en el borde aparecen algunas estacas hincadas para que estas balsas no se chocaran contra los laterales".

Con la llegada del ferrocarril el canal quedó en desuso y enterrado. Miguel Núñez, director general de infraestructuras, cuenta que "había evidencias de que el Real Canal del Manzanares discurría por este margen del río". Sin embargo, "lo que no nos esperábamos era que hubiésemos acertado de pleno".

Ahora las obras de ampliación del Metro de Madrid han devuelto a la luz este tramo de la historia.

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