La Policía Nacional ha detenido a cuatro mujeres que realizaban intervenciones quirúrgicas como ligaduras de trompas, aumentos de pecho o liposucciones de forma ilegal, y en deficientes condiciones higiénicas, a mujeres de origen latino por un precio que oscilaba entre 1.200 y 4.000 euros en un quirófano clandestino situado en una vivienda del madrileño barrio de Carabanchel, informa Malena Guerra.

Al quirófano se accedía por la trastienda de una clínica estética -Glamour Medicina Estética-, que sigue abierta y publicitando sus servicios en redes sociales. El centro de belleza se comunica con la vivienda donde residía una de las arrestadas, una mujer colombiana que regentaba el centro de belleza y que se presentaba como doctora.

Además de las cuatro detenidas -una estaba colegiada como doctora, otra como cirujana y otras dos se presentaban como enfermeras- hay otras dos imputadas que ejercían como anestesista y enfermera.

Las arrestadas quedaron en libertad y siguen investigadas como presuntas responsables de los delitos de intrusismo laboral, estafa, delitos contra la salud pública y contra los consumidores.

Una escena "dantesca" y "deplorable", según ha definido el responsable de la sección de Consumo, Juan José Castro García, quien junto al jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, José Ángel González, han relatado en rueda de prensa los registros que practicaron al tener constancia de dos denuncias, una presentada por la Consejería de Sanidad y otra ante la Policía por una afectada.

Al impedir las detenidas la inspección completa el 6 de febrero, pero ante las sospechas por las malas condiciones higiénicas del lugar, los investigadores solicitaron al juzgado el registro completo de la clínica, ya que era frecuentada por unas 20 personas al día, la mayoría de origen latino y que conocían a las detenidas, de nacionalidades colombiana, boliviana y peruana.

En la habitación que servía de quirófano ilegal y que estaba en la vivienda anexa a la clínica, los agentes descubrieron una camilla donde se practicaban las intervenciones de forma ilegal, junto con todo tipo de aparatos y medicamentos, muchos caducados.

En el resto de la vivienda, donde residía además de la dueña, un perro y un gato, hallaron gran cantidad de productos médicos y gasas ensangrentadas por el suelo. En un congelador almacenaban viales junto con alimentos y descubrieron también una agenda con anotaciones de intervenciones quirúrgicas.

Aunque la Policía no ha determinado por el momento desde cuándo realizaban estas operaciones ilegales, sospechan que llevaban trabajando desde hace mucho tiempo, lo que no quiere decir que todas las clientas se sometieran a intervenciones quirúrgicas como aumentos de pecho, lipotrasferencias, blefaroplastias o liposuciones.

La Policía no ha podido constatar cuántas mujeres se han sometido a intervenciones en este quirófano, por lo que no descarta que tras su intervención nuevas afectadas denuncien los hechos.

Dos de las mujeres que han denunciado estas prácticas tuvieron que acudir a un hospital tras las complicaciones que sufrieron después de someterse ambas a una liposucción.

De hecho, una de las mujeres acudió con la dueña de la clínica al hospital con el objetivo de que esta no denunciara y con la promesa de que le iban a devolver el dinero y a operar de nuevo, algo a lo que accedió y por lo que tuvo de nuevo problemas de salud.

La Policía ha aprovechado la presencia de los medios de comunicación para pedir a la ciudadanía que si es o ha sido víctima de alguna práctica ilegal de este tipo puede denunciar en el teléfono 628 711 298.

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