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Una empresa desaloja a varias familias okupas de una urbanización de lujo de Carabanchel, en Madrid
La empresa de desokupación les ofrece retirar los cargos contra ellos si dejan el piso
Los vecinos, que pagan hasta 1.500 euros de alquiler, denuncian que sienten inseguridad
Una treintena de familias okuparon el pasado diciembre viviendas de lujo tras pagar a una mafia
Una empresa de desokupación ha logrado que varias familias dejen los pisos que habían okupado ilegalmente en una urbanización de lujo de Carabanchel, en Madrid. Algunos vecinos explican que les han prometido retirar los cargos contra ellos. Otros okupas les han insultado mientras dejaban las viviendas.
El pasado puente de la Inmaculada una treintena de familias entraron ilegalmente en los pisos de una urbanización de lujo de Carabanchel, propiedad de Vivendio, que estaban destinados al alquiler.
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Los vecinos que residen allí legalmente han denunciado todo este tiempo problemas de convivencia con los okupas y que se sienten inseguros. El alquiler de estas viviendas oscila entre los 800 y 1.500 euros al mes.
La empresa Servi-Okupa habría conseguido que varias familias dejaran las viviendas okupadas este fin de semana, según informa el diario El Mundo. Los empleados de Servi-okupas han ido llamando a todas las casas okupas advirtiendo a los inquilinos que estaban cometiendo un delito, según han contado los propios afectados.
"Estamos dándoles una oportunidad para que se marchen, ya que no tienen contrato ni documentos en regla y entregando las posesiones de forma voluntaria se les ha explicado que se les va a retirar todos los cargos que tienen en contra, que son bastantes", ha explicado uno de los miembros de Servi-okupas al citado diario.
Alarmas en los pisos desokupados
La empresa dueña de los pisos han cambiado las cerraduras y puesto alarmas en los pisos que han logrado desalojar. Creen que en los próximos días conseguirán que más familias se vayan.
Los okupas, por su parte, han asegurado que pagaron por entrar en los pisos entre 2.000 y 3.000 euros a una mafia que les contactó en la cola de un comedor social.
Los inquilinos que residen legalmente pagan entre 800 y 1.500 euros al mes.
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