David Knezevich, el exmarido de Ana Henao, la mujer estadounidense de origen colombiano que desapareció el pasado 2 de febrero en el barrio de Salamanca de Madrid y cuyo cuerpo sigue sin ser localizado, será juzgado el próximo mes de febrero por maltratar y asesinar a la empresaria, por lo que se enfrentaría a un "caso potencial de pena de muerte".
El tribunal de Florida que se encarga del caso decidió acusarle en un primer momento solo por secuestro, pero ahora ha añadido el cargo de "asesinato planificado y premeditado" y otro delito de "violencia doméstica con resultado de muerte". Además, la Fiscalía considera como posible agravante que el asesinato se cometiera en el extranjero y con objetivo de obtener un beneficio económico. Así lo ha confirmado al portal web de Informativos Telecinco el presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, que espera ahora que el procesado, detenido el pasado mes de mayo en Miami, confiese dónde dejó el cadáver de su exesposa al no tener escapatoria.
"Fue imputado el pasado miércoles 13 de noviembre. Era algo que estábamos esperando desde prácticamente el inicio con las pruebas que había y que se han ido sumando. En Florida, el cargo de asesinato, con los cargos de secuestro y violencia de género, sin duda, acarrea la pena de muerte. Es más, así lo refleja el auto judicial. Dice que, con los cargos que tiene el acusado, puede ser sentenciado a pena de muerte", comenta Amills.
"El juicio se celebrará el 21 de febrero, si no hay aplazamiento, y este sujeto ha agotado ya todos los plazos habidos y por haber en cuanto a la libertad provisional, que la ha solicitado ya cuatro o cinco veces, y en cuanto a poder disponer de todas las propiedades y fondos que le han sido bloqueados. No tiene ya ningún tipo de salida. La tenía muy difícil con el cargo de secuestro y ahora con la imputación por asesinato, no por homicidio, lo tiene francamente muy mal. Lo único que esperamos todos es que, ante este nuevo panorama que se le abre, que esté dispuesto a decir la verdad y diga a la familia dónde dejó el cuerpo de Ana", sentencia el presidente de SOS Desaparecidos, que se ha volcado con los familiares y los hermanos de la empresaria desde el primer momento y que destaca el trabajo de la Policía Nacional y del FBI en este caso. Hace meses ya se sospechó que el serbio podía enfrentarse a la pena de muerte. Ahora se confirma.
Ana María Henao (Ana Knezevich cuando usaba el apellido de casada), de 40 años, desapareció el viernes 2 de febrero en el barrio de Salamanca de Madrid, zona en la que se instaló en régimen de alquiler en diciembre de 2023, mientras afrontaba desde la lejanía el divorcio con David Knezevich tras 13 años de matrimonio. Ambos, con doble nacionalidad (ella estadounidense y colombiana y él estadounidense y serbia), habían trabajado juntos en un negocio en Fort Lauderdale, en Florida (EEUU), y trataban de llegar a un acuerdo para el reparto de bienes, ya que contaban con varias propiedades. Él pedía un 80% - 20% y ella un 50% - 50%.
La empresaria estaba a gusto en España, iniciando una nueva vida. De hecho, el 2 de febrero por la mañana fue a ver un piso porque quería cambiarse. Pero no le convenció, como le explicó a su entorno, y volvió a su casa para pasar la noche allí descansando, como le dijo a una amiga sobre las 22:00 horas. Pero todo se truncó. Porque, el sábado 3 de febrero, dos amigas suyas recibieron dos extraños mensajes de WhatsApp (en inglés y español) desde su teléfono móvil que las inquietaron, así como a su familia, debido a que no parecían escritos por ella. Desde entonces, no hubo más señales de ella.
Sin embargo, poco después se supo que en la noche del viernes al sábado (del 2 al 3 de febrero), según los indicios, una persona con un casco de moto pintó con un spray negro las cámaras del bloque donde residía Ana, antes de entrar en el mismo. Según el fiscal de Florida, era David, del que hay una foto subiéndose la visera. El exmarido de la mujer, que había asegurado al entorno de Ana que estaba en EEUU, habría viajado hasta Serbia, según las autoridades, para alquilar un coche y conducir hasta España para matar a su exmujer, a quien habría metido en una maleta antes de deshacerse del cuerpo en su regreso a su país natal.
Las autoridades estadounidenses determinaron que David entregó el coche de alquiler tras conducir miles de kilómetros, que había cambiado la matrícula del vehículo varias ocasiones, robándoselas a otros vehículos, y que ideó el crimen al detalle, en definitiva. El serbio incluso había intentado poner a la venta propiedades que tenía con su exesposa cuando ella ya había desaparecido. Y los agentes decidieron actuar. Así, a principios del pasado mes de mayo, David viajó a Miami para hacer unas gestiones y, sin saberlo, fue arrestado en el propio aeropuerto. Desde entonces, ingresó en prisión provisional y ahora encara un juicio en el que podría notificarse su pena capital. La familia de Ana María, a quien se ha buscado recientemente en Italia, solo espera poder encontrar su cuerpo y darle el último adiós. Piden justicia.
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