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La Fiscalía ha propuesto absolver a la madre que se ha sentado este jueves en el banquillo acusada de intentar matar a su hija con una cuerda de jugar a la comba, ya que la psicosis que padece la exime completamente, en una vista en la que la procesada ha dicho que nunca le haría daño a su hija conscientemente.
La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado el juicio a una mujer acusada de intentar matar el 1 de diciembre de 2022 a su hija de 12 años estrangulándola con una cuerda de saltar a la comba y asfixiándola con una almohada, y para la que la Fiscalía pedía 6 años de cárcel, que cumpliría en centro psiquiátrico, por homicidio en grado de tentativa con la eximente incompleta de trastorno mental.
Pero la Fiscalía ha cambiado su calificación tras escuchar a la acusada y a su psiquiatra, al considerar probado que la psicosis que padecía cuando ocurrieron los hechos, el 1 de diciembre de 2022, la exime completamente del delito, y proponiendo que sea absuelta pero con la medida de seguridad de acudir a un centro de día entre diez meses y un año, y de ser supervisada mensualmente por su psiquiatra.
La fiscal ha precisado que la acusada sufrió una "anulación total de su capacidad de conocimiento y de voluntad" y ha puesto de relieve que ya hay una medida de alejamiento sobre su hija, que pide que se mantenga durante cinco años.
Una vez modificada esta petición, la defensa de la acusada se ha unido a esta petición, en lo que supone en la práctica un acuerdo, y ahora la Sala tendrá que dictar sentencia.
La acusada ha explicado al tribunal que "nunca haría daño a la hija conscientemente", y que aquel día sufrió un brote debido "a una situación de estrés": "Creía que nos iba a pasar algo, por el estrés, y quería evitar el sufrimiento a mi hija", ha precisado.
Ha explicado que no recuerda si la trató de estrangular con una cuerda, solo que antes estaba con ella en el salón, y luego se quedó inconsciente porque trató de suicidarse tomando pastillas.
Ha precisado que no tomó esas pastillas porque le hubiera hecho algo a su hija, sino "porque estaba angustiadísima; sabía que nos iba a pasar algo, que todo el mundo lo sabía pero nadie nos podía ayudar".
Previamente la psiquiatra que atiende a la acusada desde 2023 ha explicado que ahora está "libre de toda sintomatología", siguiendo un tratamiento que le permite trabajar, y que ingresar en un centro psiquiátrico penitenciario "no le aportaría nada adicional".
La psiquiatra ha detallado que en el momento del suceso la acusada sufría una psicosis con ideas delirantes y "pensaba que ella era víctima de persecución y su familia estaba en peligro", de modo que matar a su hija "era la única manera de salvarla", pero ahora está estable y sería "poco probable" que cometiera un hecho similar.
Según el relato de la Fiscalía, sobre las ocho de la mañana del 1 de diciembre de 2022 la niña estaba sentada en el sofá de su casa para calzarse antes de ir al colegio. Fue entonces cuando su madre se aproximó a ella y pasó la cuerda alrededor de su cuello a la vez que la tiraba al suelo y le ponía la cara contra un almohadón. La niña pudo soltarse y salir huyendo hasta su habitación, donde se encerró.
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