El juez de Instrucción número 6 de Alcalá de Henares, en funciones de guardia, decretaba el pasado jueves 12 de septiembre el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza del hombre puesto a su disposición por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tras el hallazgo del cadáver de Raquel, una mujer desaparecida en la localidad de Villabilla.
Tras pasar a disposición judicial, el marido de la fallecida, de 65 años, declaró ante el juez y negó ser el autor de los hechos. El arrestado está siendo investigado ahora por la supuesta comisión de un delito de homicidio o bien de inducción al suicidio y otros, si bien es necesario subrayar que está calificación penal es inicial, ya que la investigación judicial acaba de empezar.
Este hombre, que se llama César, se encuentra actualmente en la cárcel de Alcalá Meco. Conocido como Ramaathis Mam, el marido de Raquel es un gran seguidor de los Hare Krishna y él mismo asegura ser un gurú espiritual que ha escrito varios libros. En plena investigación, los agentes de la Guardia Civil han analizado los teléfonos móviles del detenido y de la mujer fallecida.
En dicho análisis, la Benemérita encontraba los últimos mensajes que envió César a Raquel antes de que la mujer muriese en el zulo en el que fue localizado su cadáver en estado de descomposición. Según ha podido conocer 'el Periódico de España', César y Raquel compartieron dos últimos mensajes en los que le hombre animaba y aconsejaba a su mujer a seguir rezando y a continuar por la vía espiritual.
"No te olvides de rezar" y "Recuerda tus rezos", eran los últimos mensajes que César mandó a su mujer. Estos dos breves mensajes siempre eran acompañados de mantras y rezos de Hare Krishna.
Fue a principios de septiembre cuando la asociación SOS Desaparecidos y el Centro Nacional de Desaparecidos lanzaba la alerta sobre Raquel B.L., de 54 años. En el cartel señalaban a la mujer que se le había perdido la pista el 31 de agosto y detallaban que medía alrededor de 1,60 metros, tenía complexión normal, pelo castaño y ondulado y ojos marrones.
Ese día, supuestamente, Raquel había salido de Villalbilla para visitar a su madre, que vive a 75 kilómetros, en Griñón, al sur de la Comunidad de Madrid, pero no había regresado a casa como estaba previsto. O por lo menos así lo declaró el esposo de Raquel en la denuncia de desaparición que interpuso el 4 de septiembre en el cuartel de la Guardia Civil. Al parecer, nunca llegó a ver a su progenitora.
En la denuncia, su pareja manifestó que la misma tenía antecedentes autolíticos y que llevaba sin saber de ella y sin verla desde el día 31 de agosto, cuando salió de casa con su vehículo, temiendo que pudiera haberle pasado algo.
Desde ese mismo miércoles se establecieron varios dispositivos de búsqueda por las inmediaciones del municipio, localizando en uno de estos operativos el coche de la desaparecida aparcado en las inmediaciones del municipio de Villalbilla, sin ella dentro. Además, los agentes comprobaron a través del posicionamiento del móvil de la víctima que no había salido de Villalbilla, pese a que su esposo había afirmado que había hablado con ella y estaba fuera.
Desde la primera toma de contacto con el marido, éste manifestó numerosas contradicciones e incongruencias en el relato de los hechos, haciéndose cargo de la investigación el Equipo de Policía Judicial de Paracuellos del Jarama y convirtiéndose en el principal sospechoso de la desaparición, ha informado este jueves la Comandancia de Madrid en una nota de prensa.
Por todo ello, pidieron al marido que les dejara inspeccionar la vivienda que compartían, situado en la avenida del Romero, a lo que se negó en varias ocasiones.
Fue finalmente el 8 de septiembre cuando entraron con varios perros del Servicio Cinológico y provistos de una orden judicial en la casa en la que ya había un fuerte hedor. En una habitación cerrada e insonorizada encontraron a la desaparecida, en incipiente estado de descomposición. Estaba en la cama y tenía espuma en la boca. Cerca, había varios blísteres de pastillas y un altar de los Haré Krishna.
Por tales motivos se estableció un dispositivo de búsqueda y detención del marido, ya que en ese momento no se encontraba en la vivienda, logrando su detención unas horas más tarde y acusándole de un presunto delito de homicidio, así como otro delito de ocultación del cadáver. Ahora será la autopsia la que determine las causas de la defunción de Raquel, aunque el primer análisis apunta a que falleció por una sobredosis de fármacos. Su cuerpo no presentaba signos de violencia. Actualmente estaba de baja en el trabajo por depresión. La pareja no tenía hijos en común.
La mujer no tenía denuncias previas por violencia de género ni orden de alejamiento, informaba el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín. No obstante, la investigación judicial la va a llegar el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Alcalá de Henares y continúan las investigaciones policiales para lograr el pleno esclarecimiento de los hechos ocurridos.
"El que se haya trasladado a este juzgado es indicativo que es una posibilidad de que el detenido está involucrado en el asesinato. Pero estamos pendientes de la confirmación de la jueza y que la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confirme el que pudiera tratarse de un nuevo caso mortal de violencia de género", señalaba el delegado del Gobierno.
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