En los últimos años, España ha experimentado un notable descenso en el número de matrimonios, especialmente los religiosos. Solo el 21% de las bodas en el país se celebran actualmente por la Iglesia, un cambio radical en comparación con décadas anteriores.
Por ello, en un intento por revitalizar el matrimonio en España, el sacerdote Javier Sánchez-Cervera de la parroquia San Sebastián Mártir en San Sebastián de los Reyes (Madrid) ha organizado una macroboda inolvidable. Hoy a las 20.30 h, 18 parejas se unirán en matrimonio en una ceremonia conjunta, una iniciativa del párroco para facilitar el acceso al al matrimonio.
Una de las características más destacadas de esta macroboda es que no cuesta dinero a los novios. La parroquia, con la ayuda de voluntarios y vecinos del pueblo, ha organizado todos los aspectos de la ceremonia, desde la decoración y la música hasta el brindis, la tarta y los fuegos artificiales. "Queremos demostrar que casarse no tiene por qué ser un lujo inalcanzable", explica Sánchez-Cervera.
El éxito de esta primera macroboda ha sido tal que el sacerdote ya está planeando repetir la iniciativa en el futuro, con la esperanza de que este tipo de ceremonias se convierta en una práctica habitual dentro de la Iglesia. "Ojalá que podamos normalizar las macrobodas y que más personas se animen a dar este paso", concluyó.
La idea de esta macroboda surgió tras observar cómo, en España, muchas personas renuncian a casarse, en gran parte debido a los elevados costos asociados con las bodas tradicionales. "La logística, el dinero, los invitados, los papeles... Todo eso se convierte en un obstáculo, especialmente para aquellos con menos recursos o para quienes viven lejos de sus familias", comentó Sánchez-Cervera para EuropaPress.
Inspirado por iniciativas similares en países como México, el sacerdote decidió aplicar la misma fórmula en su parroquia. Con el apoyo del ayuntamiento local y la difusión durante las misas, la idea tomó forma rápidamente, atrayendo a parejas de diversos perfiles.
Entre los interesados, se encuentran personas mayores de 60 años, parejas de mediana edad que habían postergado su matrimonio por razones económicas y muchos extranjeros, principalmente de origen latinoamericano. La mayoría de estas parejas ya tiene hijos y, según el párroco, habían descartado la idea de casarse hasta que se les presentó esta oportunidad.
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