Como cada verano, la península ibérica y especialmente Madrid, está inmersa en una ola de calor constante. Temperaturas extremas para las que ayuda poder escaparse a refugios no tan conocidos de la capital de España, que dan un respiro en los meses veraniegos más intensos.

Hablamos de algunos rincones en los que los visitantes, incluso se pueden trasladar al invierno y refrescarse sin apenas moverse de la región.

El Circulo de Bellas Artes de Madrid esconde una sala que hace efecto ‘isla de calor’.

Se trata de la gran sala verde, un espacio que ha sido rebautizado como refugio climático en el que poder trabajar o relajarse rodeado de vegetación natural y protegido de las altas temperaturas que asolan la ciudadanía. Está abierto de 11 a 21 horas y la entrada es gratuita.

Los Carabancheles son los los terrenos que durante el s. XVIII, la nobleza madrileña utilizaba como lugar de ocio. Allí se construyeron más tarde los Palacios de la Finca de Vista Alegre, que tras años sin usarse, se abrieron al público para disfrute de todos los ciudadanos. Árboles centenarios, rosas y coloridas flores, reposan en estos jardines que forman un oasis paisajístico, declarado Bien de Interés Cultural.

La escalinata de Las Vistillas alberga un lugar de misterio compuestos por 254 escalones de granito, que sirven para refrescar a quienes se sientan en ellos para tomar un respiro.

Un lugar rodeado de vegetación, que a lo largo de su recorrido permite visualizar la Catedral de la Almudena, los jardines de Las Vistillas o el puente de Segovia, para acabar en la fuente ‘Caño de la Vecindad’.

Otro de los rincones más emblemáticos de la capital es el patio interior del Instituto Francés de Madrid, un espacio en el que refugiarse del bochorno madrileño, con actividades relacionadas con la cultura francesa, o como el cine de verano al aire libre, que ofrece de lunes a las jueves desde las 22 h.

Recorriendo los rincones del Real Jardín Botánico de Madrid, el verano en la capital transcurre mucho mejor. Desde actividades, exposiciones o investigaciones, hasta conocer la historia de este especial lugar creado por Felipe II en 1755, que empezó con 2000 plantas y actualmente alberga más de 5500 especies de plantas vivas.

La Comunidad de Madrid cuenta con diferentes piscinas naturales con agua de las montañas y pantanos en los que huir del calor veraniego para simplemente, bañarse y refrescarse, para practicar deportes en el agua o en plena naturaleza. Además, algunas de las terrazas más conocidas de la ciudad también disponen de piscinas de verano en sus azoteas.

Otra opción, sobre todo si quieres ir acompañado de los más pequeños de la casa, son los parques acuáticos. En la región existen varios con grandes toboganes para hacer las delicias de niños y mayores en los días más calurosos, como el Aquopolis Villanueva de la Cañada, el Parque Warner Beach, o Wakeboard Center Madrid.

Sí, es posible. En la Madrid Snowzone, del Centro Comercial Xanadú, en Arroyomolinos, es posible, refugiarse en el frío en la única estación de esquí indoor de toda la península. Allí es posible esquiar o hacer snow en pleno agosto, e incluso pasar un poco de frío en medio de la ola de calor.

Otra opción invernal es lanzarse a patinar sobre hielo en el Palacio de Hielo de Hortaleza, donde se ubican 1.800 metros cuadrados de pista y una escuela de patinaje, hockey y curling, para iniciarse o practicar este deporte en el que pasearse por el hielo, sin tener que esperar a que las aguas se congelen con el crudo invierno.

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