San Fernando de Henares vuelve a reclamar la adaptación de la Línea 7B a personas con movilidad reducida

  • El consistorio pide a Transportes que se adapten los buses que utilizan pacientes del Hospital del Henares

  • Afirman que solo un año después de que se abriera la Línea 7B de Metro en 2007 “comenzaron los cierres”,

  • En una carta a la Comunidad de Madrid piden que se adapten los vehículo y que pasen con mayor frecuencia

El Ayuntamiento de San Fernando de Henares ha vuelto a reclamar, una vez más, al Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid, que todos los autobuses que realizan el trayecto de la Línea 7B de Metro, cerrada desde el pasado 27 de julio, se adapten a personas con movilidad reducida.

El consistorio madrileño recuerda que esto no es una noticia nueva, ya que el pasado 29 de julio, el alcalde, Javier Corpa, y su homólogo en el vecino municipio de Coslada, Ángel Viveros, ya remitieron una carta al departamento regional de Transportes madrileño, con este y otros reclamos, sobre los que se han recibido quejas vecinales.

Quejas vecinales

En la misiva también se trasladaba a la Comunidad de Madrid la necesidad de aumentar las frecuencias de los autobuses y de poner en marcha una campaña informativa más extensa y pormenorizada dirigida a la ciudadanía y, especialmente, al colectivo de mayores, sobre las rutas y horarios establecidos; así como la revisión de los sistemas de climatización.

Tal y como ha señalado el alcalde de San Fernando, Javier Corpa, “seguimos recibiendo quejas de vecinos con respecto a los autobuses que realizan el trayecto de la Línea 7B de Metro y, por tanto, continuamos reclamando la adecuación total de todos los vehículos, que es muy importante, máxime cuando esta línea se utiliza por pacientes que acuden al Hospital del Henares a sus consultas y/o pruebas, y cuentan con movilidad reducida”.

Cabe subrayar que la Línea 7B de Metro abrió sus puertas en 2007 y, solo un año después “comenzaron los cierres”, afirman desde el consistorio. La Comunidad de Madrid es la “única administración responsable de esta situación con el derribo, hasta el momento, de 41 viviendas”, añaden.

Otros 14 inmuebles están siendo demolidos, y 18 más, próximamente; además de desalojos y vecinos que conviven con afecciones. El municipio ha perdido dotaciones públicas como la Escuela Oficial de Idiomas, la Casa de la Mujer, un Centro de Juventud o una Sala de Exposiciones que era un referente; además del traslado de otras prestaciones.

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