El hacker que presuntamente robó información confidencial a una compañía eléctrica en 2022 ya ha sido detenido en Madrid. Según ha comunicado la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra, presumía de tener la base de datos más grande de ciudadanos españoles.
En mayo de este 2024 le ocurrió algo similar a Iberdrola, al sufrir un ciberataque. La empresa que fue víctima de aquella sustracción hace dos años (de la que no se ha detallado el nombre) detectó una intrusión en sus servidores.
Es decir, que el responsable usurpó las credenciales autorizadas y la escalada de privilegios para tener acceso a datos de hasta 37.000 clientes. Utilizó, como explican desde el Instituto Armado, una infraestructura ubicada en varios países.
Así consiguió captar no sólo información sensible de esas miles de personas, sino también de la propia eléctrica. Después, el joven la transfería o vendía a terceros a cambio de recibir el pago en criptomonedas.
Gracias a estas monedas digitales, de un sistema descentralizado y pseudoanónimo, pudo efectuar las transferencias financieras a distancia, con usuarios desconocidos. A través de las conocidas como exchanges se puede obtener dinero fiduciario.
La labor de los informáticos de la compañía afectada por el ataque pudieron finalmente identificar las direcciones IP desde donde se había perpetrado. Lograron averiguar el alcance de ese robo sufrido en su servicio.
Tras denunciar los hechos la propia empresa, informó de ello a sus usuarios perjudicados y a la Autoridad Catalana de Protección de Datos. Los investigadores de la Benemérita colaboraron con la policía catalana y las autoridades internacionales.
Mediante la trazabilidad de los tokens pagados, los agentes pudieron dar con el presunto hacker. Fue arrestado en su propio domicilio, donde se practicó uno de los dos registros para hallar pruebas de su ciberdelito.
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