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Los juzgados de Plaza de Castilla enfrentan una crisis debido a múltiples averías que han dejado a los empleados expuestos a condiciones extremas. En las últimas semanas, el edificio ha sufrido desprendimientos de techos, fugas de agua y cortes frecuentes de electricidad. Esto ha dañado por completo el sistema de refrigeración, elevando las temperaturas internas por encima de los 30 grados.
El sindicato CCOO ha levantado una fuerte protesta, alertando sobre los peligros que enfrentan tanto los trabajadores como el público que visita los juzgados. El sindicato ha destacado que las temperaturas dentro del edificio han llegado hasta los 35 grados durante las tardes, exacerbadas por la exposición directa al sol a través de las ventanas del tribunal.
La situación de las instalaciones de Plaza de Castilla es un reflejo de años de mantenimiento deficiente en un edificio construido en el 1985. A pesar de los 6,5 millones de euros invertidos desde 2017 por la Comunidad de Madrid en mejoras, como la renovación de fachadas y la instalación de nuevos sistemas, los problemas estructurales persisten y han afectado severamente la vida laboral diaria.
El problema de refrigeración comenzó hace aproximadamente un mes, cuando se reportó una avería en la bomba de aire acondicionado. A pesar de los intentos de reparación, el sistema nunca ha funcionado correctamente desde entonces, operando de manera intermitente y sin capacidad para mantener temperaturas estables en todo el edificio.
La situación alcanzó su punto crítico con un apagón que afectó no solo la climatización, sino también otros servicios esenciales. "Nos quedamos sin luz, sin agua y sin aire acondicionado al mismo tiempo que los techos comenzaban a caerse debido a las filtraciones de agua", explicó Damiá.
Ante esta crisis, la Consejería de Justicia de la Comunidad de Madrid ha anunciado un "Plan especial de verano" para mitigar los efectos del calor en los juzgados. Con este plan pretenden “garantizar del mismo modo la correcta climatización en todas las sedes judiciales repartidas por el territorio con el objeto de mantener las condiciones adecuadas tanto para los profesionales que trabajan en ellas como para los usuarios de las mismas”.
Sin embargo, Julia Damiá, portavoz de CCOO, los sindicatos han criticado que desconocen cuál es este "Plan de verano" ya que por el momento no han recibido ninguna respuesta. Sobre todo lamenta que "tenga que pasar algo grave para que nos den soluciones reales". Además, explica que los trabajadores están trabajando con estrés térmico. Tenemos "dolores de cabeza, hinchazón de manos y sudando continuamente", lamenta.
"Lo único que nos han llegado son los aparatos de refrigeración conocidos como 'pingüinos' que encima no llevan tubo. Esto hace que salga por el mismo aparato el aire caliente y frío", explica Damiá.