Israel y Fernando, los dos acusados del asesinato de Francisco de Pablo, el vecino de Hortaleza de 32 años que desapareció el pasado 21 de marzo de 2022 y cuyos restos mortales fueron hallados en una finca de Aldea del Fresno el pasado 6 de junio, han declarado este miércoles en el Juzgado de Instrucción Número 37 de Madrid, en Plaza de Castilla. Las autoridades detuvieron a seis personas por su presunta implicación en el crimen, pero solo los dos sospechosos citados ingresaron en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
Francisco de Pablo, conocido como Francis, fue visto por última vez el 21 de marzo de 2022 cuando se subió a un coche con Israel. El rastro del joven se esfumó hasta hace tres semanas, cuando el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional encontró su cadáver enterrado en una vivienda de Aldea del Fresno que es propiedad de la familia de Israel. Este acusado confesó que acudió con Francis a Torrejón de Ardoz y que este le reclamaba el dinero que le prestó para instalar juntos una plantación de marihuana y otras gestiones.
Pues bien, en su comparecencia, que ha comenzado esta jornada sobre las 10:30 horas después de ser trasladado desde la cárcel, Israel ha reconocido ante el juez que golpeó con una barra de hierro a Francis en la cabeza. Asegura que se defendió ante un comportamiento violento y que, tras ir a buscar a Fernando a su trabajo, este sugirió llevar el cuerpo de Francis desde Torrejón de Ardoz hasta Aldea del Fresno. Allí abrieron un agujero bajo la cocina, en la fosa séptica, y metieron el cadáver y el arma homicida antes de tapar el suelo con cemento. Israel afirma que los remordimientos estos dos años no le han dejado dormir. Eso sí, cabe destacar que Israel y Fernando no coinciden en quién de ellos propuso el ocultar el cuerpo. Se culpan mutuamente. Fernando, que sería encubridor del crimen, subraya en su versión que Israel fue quien mató a Francis y quien le obligó, bajo amenazas, a deshacerse del cuerpo. Ambos ya esperan conocer la sentencia.
El lunes 21 de marzo de 2022, Francis había estado en su casa jugando a la videoconsola con dos amigos. En aquella tarde, el joven de 32 años le dijo a los dos chicos que se iba a ausentar para solucionar un asunto personal. Entonces, ni sus amigos ni su familia volvieron a saber nada más de él. La Policía Nacional, con la colaboración de otras instituciones, abrió una investigación y determinó que el desaparecido se había visto implicado en incidentes de tráfico de drogas y robos.
Ante esto, pidieron al Juzgado de Instrucción Número 37 de Madrid poder consultar las llamadas de Francis. El juez lo denegó al no contemplar indicios de criminalidad. La principal hipótesis que se barajó desde el inicio fue que el joven pudo ser víctima de un ajuste de cuentas. El 13 de abril, el juzgado decidió cerrar el caso y declarar la desaparición como no forzosa. Pero dos meses después, se reabrió el caso gracias a la familia y los agentes encargados del caso.
Varios testigos aseguraron haber visto a Francis subiéndose al coche con otro joven (Israel) en dirección a Torrejón de Ardoz antes de que su pista se esfumara. La madre de Francis recorrió todo Madrid y descubrió que su hijo se había movido por la zona de Valdemingómez y de la Cañada Real antes de desaparecer. Pero la sorpresa fue mayor cuando encontró que, meses antes de perderse su rastro, su hijo envió un audio a un conocido en el que aseguraba que había sufrido un vuelco de cocaína.
La mujer sopesó que podían haber tomado represalias contra Francis por acumular una deuda debido al robo. Las indagaciones llevaron a los agentes a Aldea del Fresno el 6 de junio y encontraron los restos mortales. Al día siguiente, seis personas fueron detenidas y, en días posteriores, dos de ellos, los sospechosos mencionados anteriormente, ingresaron en prisión provisional tras su arresto en Leganés y Navalcarnero. Ahora la familia espera justicia.
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