Un Policía Nacional, fuera de servicio, ha salvado la vida a su vecino en el barrio de Salamanca, en Madrid. El agente, que ya estaba durmiendo, saltó de la cama al escuchar los gritos de una mujer que pedía ayuda, porque su marido no respiraba. David al entrar en el piso se dio cuenta que la situación era de vida o muerte y su rápida intervención fue decisiva.
El vecino de David, que estaba recién operado, había perdido el conocimiento y sufría un ataque epiléptico. Cuando el agente entró en la habitación vio que estaba a punto de ahogarse.
Belén, la vecina de David, embarazada de ocho meses, pidió ayuda a gritos por las ventanas del patio y tuvo la suerte de que el policía, que ya dormía la escuchara y saliera a ayudarla.
David ha contado que la mujer apenas podía explicarle qué pasaba, pero a él no le hicieron falta muchas explicaciones para intervenir, gracias a su preparación para casos similares.
Después de lo ocurrido, los tres vecinos: el policía nacional, Belén y su marido Nikita se han vuelto a reencontrar para agradecer el gesto de David, que le salvó la vida.
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