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La Policía Nacional tuvo que impedir que varios internos del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche se sublevaran después de que empezaran a protestar en el patio. La actuación de la Unidad de Intervención Policial (UIP) abortó la protesta, en la que se destrozaron puertas, ventanas y mobiliario del recinto.
Un grupo de 80 internos comenzó el motín cuando uno de ellos trató de agredir, entre amenazas e insultos, a los agentes por no recibir a tiempo su medicación. La revuelta se disolvió sin incidentes mucho más graves y un migrante que resultó herido leve, al autolesionarse con un cristal, fue trasladado a un hospital.
El pasado mes de febrero, la plataforma CIEs No denunció que, tras la reciente reapertura del CIE de Aluche en diciembre de 2023, después de su cierre por obras, los internos estaban comunicando agresiones de los agentes y episodios de violencia policial.
Según la plataforma, "lo que sucedió es que varios hombres que estaban pidiendo atención sanitaria por distintas dolencias no estaban siendo atendidos y uno de ellos, que estaba muy nervioso, se autoagredió con cristales y golpeó el mobiliario y otros elementos de las instalaciones del CIE".
Además de atención sanitaria, "este hombre reclamaba su libertad y afirmaba que su encierro no tenía sentido porque tenía un papel del juzgado que decía que no podía ser expulsado", explica una portavoz de la plataforma.
Desde CIEs No Madrid consideran "frecuente que, en contextos de privación de libertad, se produzcan altercados derivados de la desesperación de las personas que se encuentran allí internadas".
En los CIE, "las personas solamente deberían estar privadas de su libertad deambulatoria, pero su internamiento vulnera muchos otros de sus derechos fundamentales, como sucede en este caso con el derecho a la salud".
Estos centros deberían contar con "personal especializado en salud mental, como venimos reclamando desde hace años y como ordenaron los juzgados de control responsables del CIE de Madrid en sus más recientes expedientes gubernativos", concluye la plataforma.
Por otra parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha lamentado el suceso que, a su juicio, pone de manifiesto la urgente necesidad de revisar y mejorar las condiciones de seguridad de los policías.
En un comunicado, el SUP señala que en el motín participaron aproximadamente 80 internos y que éste comenzó cuando uno de ellos solicitó su medicación, lo que derivó en "un estado de nerviosismo y alteración notable de este sujeto".
"Este comportamiento se intensificó rápidamente, evolucionando hacia amenazas de muerte, insultos y agresiones físicas hacia el personal policial y la infraestructura del centro. El interno procedió a autolesionarse y a utilizar su sangre como medio de intimidación, mientras otros internos exacerbaban la situación, impidiendo la salida al patio y facilitando objetos para ser usados como armas improvisadas", subraya.
El SUP detalla que la violencia escaló con la destrucción de mobiliario, puertas y ventanas, y el uso de cristales como armas contra los agentes; y que la situación se agravó aún más con la participación de otros internos.
Ante esta situación, el SUP exige medidas inmediatas como reforzar el personal y aumentar el número de agentes, mejorar la dotación de material con la provisión urgente de chalecos antibalas y material antidisturbios y la revisión de las medidas de seguridad en la infraestructura.
"Es necesario implementar medidas de seguridad más robustas en los centros para proteger tanto a los agentes así como a los propios internos, ya que dichas instalaciones carecen de las más elementales medidas de seguridad", ha denunciado.
Además, lamenta que las "nulas consecuencias" de estos hechos refuerzan a los internos a reincidir en dichas conductas y denuncian que sólo uno de los internos que participó en este motín ha sido ingresado en el módulo de aislamiento y no se les ha imputado ningún delito.
"La situación es tan crítica para el servicio de seguridad del CIE ante la falta de apoyos, que esta unidad tiene una alta rotación de personal, ya que ningún policía quiere trabajar en esas condiciones y abandona la unidad en cuanto tiene ocasión", advierte.
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