La Comunidad de Madrid ha presentado este martes una guía para ayudar a familiares y educadores sobre prevención del suicidio en adolescentes, un fenómeno en el que la región registra la tasa más baja, con 5,97 casos consumados por cada 100.000 habitantes, y por debajo de la media nacional, que es de 8,90.
En España se suicidan 3.754 personas de media cada año. Las muertes por suicidio en la Comunidad de Madrid aumentaron un 15,8% en 2022 con respecto al año anterior, situándose en un total de 403, la cifra más alta de la serie histórica, según el informe 'Defunciones según la Causa de muerte' del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2022.
Pese a esa tasa más baja de suicidios consumados, en la región han aumentado en el último año un 70% la demanda de atención con enfermedad mental de niños, sobre todo de la parte infanto-juvenil. Además, cada vez se manifiestan en edades más tempranas.
"La conducta suicida, como fenómeno complejo, ha tenido un incremento en la expresión en el conjunto del mundo occidental y que esa es una expresión de sufrimiento que se ha manifestado sobre todo en población joven, pero no solo en población joven", ha explicado Mercedes Navío, gerente Asistencial de Hospitales en Servicio Madrileño de Salud (Sermas).
Entre las razones para el incremento de la demanda de atención con enfermedad mental de niños, la psiquiatra ha recordado que la adolescencia es un periodo en el que se está conformando la identidad, en el que se está elaborando el autoconcepto, la autoestima, en la que se es muy dependiente de la mirada del otro, aunque en cualquier caso ha incidido en que "la conducta suicida es un fenómeno complejo y multifactorial que no puede ser atribuido a un factor único".
Entre ellos, ha apuntado la digitalización, que ha maximizado algunos de sus factores de riesgo, aunque también presenta factores positivos. "El mundo digital ha incrementado el impacto de algunos factores de riesgo, pero también ha producido algunos factores protectores, porque ha incrementado la conexión y con ella viene en ocasiones lo peor, pero muchísimas veces lo mejor. No querría trasladar un mensaje negativo y categórico en este sentido. Creo que es importante que atendamos a matices en este sentido", ha indicado.
En este sentido, la Comunidad de Madrid ha elaborado una guía en la que incluye material informativo y didáctico y aborda aquellos factores de riesgo a los que los profesionales y el entorno de posibles afectados deben prestar especial atención para evitar posibles episodios autolíticos.
Entre ellos, se facilita información sobre factores de riesgo, factores precipitantes y factores protectores, así como indicaciones sobre señales de alerta y recomendaciones para advertir y ayudar, además de consejos si se ha producido un suicidio consumado en el entorno del adolescente.
También se facilita un decálogo de promoción del bienestar emocional en la adolescencia y se advierte sobre los mitos o informaciones sin base científica sobre el tema que pueden ser perjudiciales en la prevención del suicidio.
"Se dan herramientas para ayudar a luchar y a prevenir las conductas suicidas y que trabajan no solo en el entorno sanitario, en el que todos somos una cadena, sino también en los colegios y en el entorno familiar, porque todos somos importantes y necesarios", ha subrayado la consejera de Sanidad, Fátima Matute.
Durante la presentación de la misma en un acto que ha tenido lugar en el Hospital Santa Cristina de la capital, la máxima responsable de la Sanidad madrileña ha subrayado que "todos podemos detectar personas que estén en riesgo y todos podemos salvar vidas" y esta guía recoge que el suicidio "se puede prevenir y que quitarse la vida no es solución".
En este trabajo han contribuido jóvenes con sus testimonios y experiencias, recogidas por psicólogos y psiquiatras expertos en los pacientes de menor edad, y que han servido para identificar de manera precisa las señales de alerta, verbalizadas o no, y poder actuar de forma preventiva.
La Administración autonómica ha impreso 5.400 ejemplares de esta guía, que se distribuirán en 55 puntos: 2.800 en centros de salud, 1.700 en la red pública de hospitales; casi 500 en los Centros de Encuentros Familiar de la Comunidad de Madrid -CAEF- ubicados en Alcorcón, Móstoles, Torrejón de Ardoz, Las Rozas de Madrid y la capital, donde también está el centro especializado en prevención de adicciones en adolescentes y jóvenes Los Mesejo.
Cerca de 400 estarán a disposición de los institutos y el resto en bibliotecas públicas y otros organismos especializados en salud mental. Por otra parte, la versión descargable ya es accesible de manera gratuita, a través de la página web o de un código QR.
Durante el acto se han dado a conocer también las acciones puestas en marcha por la Comunidad de Madrid y en colaboración con los 179 municipios de la región. Así, la Oficina de Salud Mental y Adicciones ha coordinado un documento con las claves necesarias para la implantación municipal del Plan de Prevención del Suicidio.
En él se detallan iniciativas y acciones para que las corporaciones locales cuenten con las herramientas precisas que garanticen una correcta actuación comunitaria en este campo.
Durante su intervención, Matute ha subrayado que la salud mental es "pilar" y "prioridad" del Ejecutivo autonómico y ha recalcado que la "misión" de su departamento es "aumentar años de vida y calidad de años de vida".
En este sentido, la Comunidad de Madrid cuenta con un Plan de Salud Mental y Adicciones y con el Plan de Prevención del Suicidio, con una inversión de 45 millones de euros y con la contratación de más de 370 profesionales de todas las categorías. Hay 21 equipos específicos en prevención del suicidio en la red pública de hospitales de la región y cuando termine su implantación contará en total habrá 370 profesionales especializados, con la intención de incrementar este número si es posible.
"Está previsto que sigamos creciendo en hospitales de día para estas edades hasta que el conjunto de los hospitales del Servicio Medio de Salud tengan estos hospitales, todos ellos", ha explicado Navío, que ha cifrado entre 10 y 15 las cifras actuales. "Vamos a seguir trabajando en el crecimiento de este tipo de recursos que son especialmente relevantes en este grupo de edad y sobre los que, además, se pivotan otro tipo de tratamientos intensivos, incluidos la atención domiciliaria", ha explicado.
En declaraciones a los medios, el padre de un menor de 16 años diagnosticado con depresión a raíz de la pandemia, ha recalcado que gracias a estos recursos de la Sanidad Pública madrileña, en un año y medio el estado de su hijo ha cambiado como del día a la noche.
"Yo no sabía enfrentarme a esta situación, porque es que tú lo ves desde tu punto de vista, y es que hay que ponerse en el punto de vista de lo que está pasando esa persona que está sufriendo. Entonces, claro, en este año y medio que hemos estado, yo he cogido muchas herramientas, muchas dinámicas, y cuando hay algún momento de crisis o de tal, pues tengo las herramientas para reconducir esa situación o que no vaya a más", ha subrayado este padre.
Tanto él como sus familiares y su hijo han acudido a talleres y reuniones en los que les han enseñado estas herramientas para reconducir esta situación o que no vaya a más. "Es muy importante, pero claro, como personas de calle, es que no tenemos las herramientas, no sabemos cómo enfrentarnos a esto", ha explicado.
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