La desaparición de Ana Knezevich, la mujer estadounidense de origen colombiano cuyo rastro se perdió el 2 de febrero en Madrid, continúa siendo todo un misterio. Nada se sabe desde que las cámaras de seguridad de su edificio, ubicado en la calle Francisco Silvela, fueran pintadas con un spray negro y dos de sus amigas recibieran un extraño mensaje por WhatsApp en el que les decía que se iba con un hombre que acababa de conocer, cuando nunca iba con extraños.
La norteamericana estaba en pleno proceso de divorcio y, según su entorno, había sido muy complicado. Por ello habría decidido abandonar EEUU e instalarse en España. No obstante, su todavía marido, David Knezevich, rechaza estas afirmaciones.
El abogado que le representa, Ken Padowitz, con sede en Florida, aseguró hace unos días en declaraciones a 'Associated Press' y 'News Nation' que David "estaba en su Serbia natal cuando su esposa desapareció en Madrid" y que está "muy preocupado" por su paradero. El letrado desestimó que el divorcio fuera muy disputado, a pesar de que la acusación estaba incluida en un informe de la policía de Fort Lauderdale: "Simplemente no es cierto".
Según su versión, la pareja, que estuvo casada 13 años y cosechó gran éxito con sus negocios, como EOX Tecnology Solutions, había estado separada durante cuatro meses y estaban en el proceso de trabajar juntos de manera amistosa para vender sus propiedades en el sur de Florida. "No hay ningún divorcio malo. Un divorcio requiere abogados y es un proceso legal. Ni siquiera habían contratado abogados para ello", agregó. La razón de la ruptura, según él, era porque "básicamente se distanciaron".
La familia de Ana aseguró que el reparto del patrimonio supuso problemas en los trámites de divorcio -había disparidad en los porcentajes-. La pareja contaba con al menos tres propiedades y una fue vendida a finales de enero por unos 950.000 euros. Además, aseguran que contactaron con David y que este se mostró frío ante la desaparición de su todavía mujer. Pero Padowitz afirma que no es así, que su cliente no ha estado "ausente" durante el proceso de investigación. Insiste en que está afectado y en que ha cooperado con la Policía española y el FBI en todo momento, incluso aportando información de sus tarjetas de crédito. Además, detalló, consiguió un abogado en España para "firmar documentos que podrían ayudar a las autoridades españolas a entrar en el apartamento que su esposa había alquilado".
Padowitz subrayó que David no ha huido a Serbia, sino que ya estaba allí cuando todo ocurrió: "Esperamos que la encuentren lo antes posible, por supuesto, pero mi cliente no tiene nada que ver con su desaparición y ni siquiera se encontraba en el mismo país". Sin embargo, ante la cuestión sobre por qué el empresario no viaja a España para ayudar de forma directa, indicó: "Creo que es un asunto muy personal. Y no sé si es razonable esperar que vuele a otro país si no conoce el idioma y no tiene dónde quedarse". No han trascendido los motivos del traslado.
Y es que David tampoco se quedó en Estados Unidos, donde tiene sus propiedades y negocios. El letrado asegura que su representado alquiló una vivienda en Belgrado en enero, mucho antes de la desaparición de su esposa, pero que le dejó claro que tenía pensado regresar a Florida: "Definitivamente ha hablado conmigo de regresar a Florida. Tiene una casa aquí en Fort Lauderdale y, ya sabes, planea regresar aquí en algún momento porque tiene intereses comerciales y propiedades aquí".
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