La tosferina es una enfermedad infecciosa altamente transmisible que ocasiona una tos violenta e incontrolable que puede durar semanas o incluso meses. Esta semana, la Consejería de Sanidad de Madrid ha confirmado un brote de esta patología en una familia de la localidad de Alcalá de Henares y otro de 137 en Guadalajara.
Para tratar de prevenir esta enfermedad, existe una vacuna cuyo uso produce un descenso muy marcado del contagio y de la gravedad de la misma. A continuación, te contamos cuál es el protocolo a seguir para inocularse contra este virus y en momentos del calendario de vacunación vital se debe administra la dosis.
La bacteria causante de la tosferina, se encuentra en la boca, nariz y garganta. Se transmite por la vía aérea, tos o estornudos, especialmente en entornos familiares o de estrecha convivencia.
En este sentido, suele afectar más a niños y adolescentes, aunque generalmente, los bebés se contagian por contacto con sus padres, hermanos o cuidadores habituales. Durante el primer año de vida es cuando la enfermedad puede darse con mayor gravedad.
Se trata de una patología de difícil diagnóstico, ya que en un principio puede parecer un simple catarro. La tosferina comienza como un resfriado común, con congestión nasal o moqueo, estornudos y, en ocasiones, tos o fiebre leve que aparecen aproximadamente una semana después de la exposición a la bacteria. Sin embargo, como reflejo de la misma, tras una o dos semanas puede comenzar una tos intensa.
Si no recibe tratamiento, una persona puede transmitir la tosferina desde el inicio de los síntomas hasta tres semanas después del inicio de los episodios de tos. El período de contagio se reduce a cinco días después del tratamiento con antibióticos.
La vacunación es la estrategia preventiva más eficaz para proteger frente a la tosferina a la población. Se debe administra en la infancia, siguiendo el calendario de vacunación para toda la vida.
La inoculación de esta dosis, produce un descenso muy marcado de la enfermedad y de la gravedad de la misma, pero la eliminación total nunca se ha alcanzado, incluso en países que llevan décadas vacunando con altas coberturas de vacunación.
Para la protección a los recién nacidos, el grupo de población que puede padecer los casos más graves de esta enfermedad, es fundamental la vacunación durante el embarazo. El paso de anticuerpos a través de la placenta consigue proteger al bebé durante sus primeros meses de vida, cuando aún no es capaz de generar sus propias defensas.
La vacuna es segura y está indicada a la mujer embarazada a partir de la semana 27 de gestación, preferentemente en las semanas 27 ó 28, siendo necesario vacunarse en cada embarazo para proteger al recién nacido.
En los casos de mujeres con sospecha de parto prematuro, se tendrá en cuenta que se necesitan dos semanas previas al parto para alcanzar niveles de protección en el recién nacido.
En la Comunidad de Madrid, las vacunas, también la de la tosferina, se administran en todos los consultorios y centros de salud del Servicio Madrileño de Salud. Asimismo se administran en los centros sanitarios del Ayuntamiento de Madrid, y en centros privados acreditados que atienden vacunación de sociedades sanitarias.
Además se dispone del Centro de Vacunación de la Comunidad de Madrid, ubicado en la C/General Oráa 15, que lleva a cabo actividades relacionadas con la vacunación a población general. La atención en este centro es previa petición de cita a través del teléfono 914111140 o mediante la página web de la Consejería de Sanidad.
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