Cinco años del crimen de Meco: el asesino de Miriam Vallejo sigue suelto
Míriam Vallejo Pulido recibió 89 puñaladas cuando salió a pasear sus perros en enero de 2019
La Guardia Civil tuvo un sospechoso, su compañero de piso, que quedó en libertad por falta de pruebas
El mango del arma homicida con las huellas del autor nunca se ha encontrado
El asesinato de Míriam Vallejo Pulido, de 25 años, de 89 puñaladas en la localidad de Meco, en Madrid, sigue sin resolverse. La justicia archivó la causa contra el único sospechoso, que estuvo en prisión preventiva.
A Miriam Vallejo la mataron en un camino cerca del centro penitenciario Alcalá Meco donde fue a pasear a cuatro perros. Era la noche del 16 de enero de 2019.
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Sin sospechoso del cirmen de Meco
Cinco años después, los investigadores no tienen ni un sospechoso. Lo tuvo pero quedó libre. La justicia archivó el caso contra Sergio, compañero de piso de Miriam junto con la novia de este, que estuvo cuatro meses en prisión preventiva y que hoy reclama una indemnización.
Para la Guardia Civil, Sergio siempre fue el principal sospechoso porque en la ropa había ADN de la víctima y de él. La jueza no admitió esta prueba al considerar el argumento de su defensa, que eran restos cruzados ya que hacían la colada juntos.
Un toxicómano se autoinculpó pero fue descartado
En diciembre de 2020, Alberto Berzosa, un toxicómano ingresado en un centro de rehabilitación de Madrid, comenzó a hablar de forma de la muerte de Miriam Vallejo. Era adicto, tenía un historial de violencia importante y reconocía sin tapujos que había estado en la cárcel por apuñalar a una persona.
Había coincidido en la cárcel de Alcalá Meco con el único procesado por el crimen, Sergio. A sus compañeros les dijo que “no podía dormir por las noches. Que había hecho algo que le impedía conciliar el sueño”.
Los investigadores descartaron a Berzosa porque su perfil genético no coincide con ninguno de los hallados en la escena del crimen y su relato, sin mucha credibilidad, no ha podido ser confirmado.
Cómo murió Miriam Vallejo
Alguien le asestó 89 puñaladas por la espalda a Miriam aquella noche en un camino apartado. Ella intentó defenderse. Tenía algunos cortes en las manos y en los brazos.
En su cabeza se quedó clavado el filo del arma homicida. Sin embargo, el mango con las huellas del autor nunca ha sido encontrado.Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail
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