El derribo de los últimos comercios del mercado de Torrijos pone fin a décadas de historia: “No vamos a dejar de luchar”
Los propietarios de los puestos de la primera planta descubrieron este sábado que sus negocios había sido demolidos por el fondo inmobiliario
Los comerciantes del mercado de Torrijos se resisten al cierre: “Voy a perder 5.000 euros de género”
Los últimos del Mercado de Torrijos, menos pero más fuertes y acompañados en esta lucha judicial
Los últimos comerciantes del mercado de Torrijos, en el distrito de Salamanca, han visto sus negocios reducidos a escombros cuando al llegar este sábado descubrieron que el fondo buitre Socimi Numulae había derribado la planta superior del edificio.
Tras meses de conflictos, el pasado 10 de diciembre, los propietarios denunciaron en la comisaria y ante el juzgado de guardia, a través de su abogado, que el fondo inmobiliario les había tapiado los accesos a sus puestos en el mercado con el género dentro.
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En ese momento, con la mínima esperanza de “obtener unas medidas cautelares” que paralizasen el proceso de desahucio, los cuatro 'supervivientes' de esta batalla, se resistían a vender, pero de poco les ha servicio, ya que apenas diez días después han perdido su trabajo.
"Mi carnicería, mi casa, mi vida”
“Con lágrimas en los ojos os comunico que Numulae ha demolido mi carnicería, mi casa, mi vida”, publicaba en la red social X José Luis, propietario de la carnicería El Cordobés, ubicada en la primera planta del mercado.
El mercado Torrijos tiene décadas de historia. Inicialmente era municipal, hace 20 años se privatizó pasando a ser de sus 44 comerciantes, y en 2022 fue adquirido por Socimi Numulae.
¡No nos rendimos!”
Tras la demolición este fin de semana de la primera planta, donde quedaban en pie cuatro puestos, los comerciantes han acudido a ampliar la denuncia interpuesta, en busca de justicia.
“No vamos a dejar de luchar por volver a levantar lo que durante 90 años construimos. ¡No nos rendimos!”, aseveran a través de una red social.
La pasada semana acudieron a sacar el género que quedaba en sus negocios después del cierre forzoso y que tal y como afirman se va a desperdiciar, con el perjuicio económico que esto supone, pues tal y como nos contaba José Luis, mantenía en su puesto “aproximadamente 5.000 euros de carne” que se ha de guardar en cámaras y que ahora “se va a echar a perder”.
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