Ya son 53 las víctimas mortales de la violencia machista este año. La última Tatiana, una mujer de 25 años, y su hija de cinco, asesinadas en su casa de Madrid a puñaladas. Tatiana huyó de la vivienda y llegó hasta el garaje, donde un vecino se la encontró gritando: “!Ayuda, ayuda!”. Tatiana había denunciado a su agresor que fue absuelto. Ella vivía un infierno y temía que se llevara a la niña a Perú.
El vecino de Tatiana recuerda angustiado sus gritos. Estaba malherida… bajó en el ascensor, que dejó ensangrentado, ha contado el hombre, que llamó a Emergencias.
La joven de 25 años le dijo que tenía miedo, que su agresor, su pareja había subido a su casa. Sin embargo, Tatiana no habló de su hija de cinco años, a la que su padre apuñaló mortalmente. Los servicios de emergencias encontraron a la niña muerta en la misma habitación donde su padre se había autolesionado.
En la vivienda también estaban la tía de Tatiana y otro adulto con dos niños pero no consta que llamaran a la Policía. Lo hicieron los vecinos.
Algunos vecinos cuentan que escuchaban insultos y amenazas de muerte. La Policía había tenido que acudir a la vivienda en varias ocasiones.
Tatiana denunció hace tiempo a Anthoni y fue calificada como una víctima de riesgo por la hija que tenían. Pero la declaración de ella, influida por su propio padre, dio lugar a que le retiraran la orden de alejamiento. Cuando se celebró el juicio dos años después, la mujer dijo que no recordaba nada. Esta vez hasta su abogado influyó para que absolvieran al agresor.
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