El hombre que presuntamente mató a su mujer, de 25 años, y a la hija de ambos, de cinco, la pasada medianoche en Carabanchel (Madrid), había amenazado a la víctima en otras ocasiones, pero no se había dictado ninguna orden de alejamiento contra él, según indican fuentes de la investigación.
De hecho, hace unos dos meses, la Policía levantó las medidas de protección de la mujer por orden judicial después de que su presunto agresor fuera absuelto en un procedimiento de maltrato. La mujer estaba registrada en el sistema policial de VioGén como persona de alto riesgo, por lo que sus medidas de protección eran muy elevadas. El hombre podría haber residido en el piso de abajo del apartamento de la mujer.
Los hechos sucedieron sobre las 00:30 horas de este lunes en un edificio de la calle Jacobeo, en el distrito madrileño de Carabanchel. Los vecinos dieron la voz de alarma a la Policía Nacional alertados por los gritos de la mujer, que había bajado al garaje ensangrentada.
Hasta el lugar se desplazaron en primera instancia los agentes, que hallaron a la mujer en estado muy grave, la cual presentaba heridas torácicas en todo el cuerpo. Les informó que creía que su ex pareja también había atacado a uno de sus hijos, y de hecho, en la casa encontraron a una niña de 3 años degollada.
Los sanitarios del Samur-Protección Civil hallaron en el garaje del inmueble a la mujer inconsciente y en parada cardiorrespiratoria, que presentaba múltiples puñaladas en el pecho y otras partes del cuerpo. Los médicos intentaron reanimarla sin efecto. Tampoco se ha podido salvar a la menor, que había sido apuñalada en el cuello después de que el hombre la subiera al edificio conyugal tras asesinar a la madre. El sospechoso fue rescatado y hospitalizado con heridas graves. Tenía una herida en el cuello de un supuesto intento de suicidio.
Una portavoz del hospital ha informado de que el hombre ha sido trasladado al hospital 12 de Octubre y que esta mañana se encontraba en estado muy grave. El Grupo V de Homicidios está investigando el presunto doble crimen machista. Investigan si el asesino, de nacionalidad peruana como el resto de la familia, vivía en la planta baja del mismo edificio que la víctima y si habría entrado en el domicilio de la víctima a medianoche con su propia llave.
Según las investigaciones preliminares, primero entró en la habitación de su ex mujer y, a pesar de haber sido gravemente apuñalada, logró escapar de la casa y entrar en el ascensor que conduce al garaje para pedir ayuda. A continuación, el asesino habría entrado en el dormitorio de su hija pequeña, que estaba dormida.
El asesino fue supuestamente encontrado sangrando en el salón de la casa, pero no pudo entrar en las habitaciones de los otros niños, que se habían encerrado en sus cuartos tras oír gritos. Los agentes los encontraron ilesos.