Detenida la expareja de la mujer de Getafe asesinada este fin de semana. El sospechoso presentó una coartada junto a dos amigos en comisaría y quedó en libertad, pero la Policía ha encontrado indicios de su implicación en lo que sería un nuevo crimen machista y ha procedido a su arresto. Tenía, además, antecedentes por maltrato a la víctima y había sido detenido en otras dos ocasiones. Parece que todo lo que dijo ante los agentes era mentira.
Carolina entró en el Sistema VioGén en enero y en abril renunció a la protección, según la delegación del Gobierno. quedó inactiva la orden de alejamiento que tenía el acusado, Daniel, y que se había saltado varias veces, incluso la noche anterior al asesinato. La buscó en la vivienda que ambos habían compartido, dodne estaba ella en ese momento, y no logró entrar, pero como conocía sus costumbres la esperó a la salida de una iglesia que frecuentaba. Ella no tuvo tiempo, cruzó la calle pero la alcanzó y acabó con su vida.
Así lo sostienen los agentes, que han determinado además que Daniel, tras cometer el crimen y sabiendo que lo buscaban, se presentó en comisaría con dos amigos a los que utilizó para proporcionarse una coartada. Aunque en ese momento no lo detuvieron y quedó en libertad, después sí lo han hecho, tras comprobar por una cámara de seguridad que era el presunto asesino.
La noche anterior al asesinato buscó a Carolina en su vivienda. La acosó durante horas a través de una de las ventanas y no logró entrar. Ella había vuelto a vivir allí sola, alquilando las otras habitaciones para mantenerse. Los vecinos se acordaban de cuando vivían juntos porque los problemas ya venían de lejos: "Broncas sí que había, de vez en cuando venía la Policía".
El año pasado se marcharon a vivir a un pueblo de Guadalajara, y enero ella recibió una paliza, por lo que a Daniel le pusieron orden de alejamiento y ella se volvió a Getafe. Pero la volvió a agredir en febrero: "Vino la Policía porque supongo que fue por la orden de alojamiento y estuvieron buscándole". Lo inexplicable es que, según la Delegación del Gobierno, ella no tenía riesgo alto y vigilancia porque en abril pidió voluntariamente que le quitaran la protección.
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