Los graffitis en Madrid tienen los días contados. Una de las promesas electorales del alcalde, José Luis Martínez Almeida, durante la campaña electoral fue que desaparecieran las pintadas en las calles. “No es arte urbano, es vandalismo”, sentenció. De modo que, a partir del próximo 30 de octubre, la Sección de Protección del Patrimonio Urbano patrullará las calles de la capital para evitar que continúen realizándose.
"Si en la anterior legislatura pusimos el foco en la venta ambulante ilegal y las okupaciones de los edificios municipales, en esta uno de los objetivos tienen que ser los grafitis", indicó Almeida. Por ello, está previsto que "12 agentes por turno, de mañana, tarde y noche, se dediquen específicamente a combatir las pintadas en algunos barrios del centro y en los distritos donde más se concentra esta actividad", ha adelantado la vicealcaldesa, portavoz y delegada municipal de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, al diario 20minutos.
Será dentro de una semana cuando esta brigada, con un total de 40 agentes, patee las calles de la ciudad durante las 24 horas del día a la caza de cualquier persona que intente dibujar grafitis. Las calles más céntricas tendrán mayor seguridad, de modo que en ellas habrá una mayor presencia de la patrulla. Sin embargo, hay que señalar que estos agentes no irán vestidos de uniforme, sino que irán de paisano y su labor se centrará en los puntos con mayor incidencia de pintadas. Además, si fuera necesario detectar si hay una misma persona detrás de varios grafitis, los agentes podrán contar con la ayuda de la Policía Judicial para analizar la grafología de las pintadas.
Los agentes encargados de realizar esta tarea ya están seleccionados y se encuentran en fase de formación específica para las labores que van a desarrollar. La base de operaciones se ubicará en la Unidad de Policía de Moncloa, desde donde iniciarán las patrullas.
La entrada en vigor de la nueva Ordenanza de Limpieza de 2022 en Madrid, que se completa con la labor de esta patrulla, es más severa con las pintadas ilegales y trae consigo un aumento en las multas. Hasta entonces, las sanciones solo podían alcanzar los 600 euros pero ahora, el Ayuntamiento de Madrid impone sanciones de 2.000 euros por pintar en mobiliario urbano, muros, pilares o puertas pero, si se realizan en monumentos icónicos, el importe puede aumentar a los 3.000 euros. Además, la sanción para los reincidentes alcanza los 6.000 euros por pintada. Y, por primera vez, se exigirá la reparación del bien por parte de su autor, más allá de la cantidad de dinero obligado a pagar.
Es conveniente evitar confundir a los agentes con los efectivos de la otra patrulla antigrafiti, un grupo de Servicio Público de Limpieza Urgente (Selur) que se puso en marcha en septiembre del año pasado. Estos 55 operarios, organizados en 12 equipos, solo se dedican a borrar las pintadas de las paredes. Su labor es eliminarlas y, a diferencia de esta nueva patrulla, ellos sí llevan uniformes.
Estos agentes utilizan productos de limpieza específicos que hasta ahora no se habían utilizado por parte de ninguno de los servicios municipales para eliminar las pintadas y, según relata el diario 20minutos, son muy rápidos a la llamada de los ciudadanos: hasta 3 horas en caso de que las pintadas sean de carácter alusivo y un máximo de 7 días si son de otra índole.