Isabel Díaz Ayuso ha pisado el acelerador con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales. En mayo pasado consiguió hacerse con todo el poder del Partido Popular de Madrid pasando por encima del cadáver de Pablo Casado y ahora ejerce con todos los galones. Su última decisión ha sido enviar a Antonio González Terol, el último de los 'casadistas' que queda en la región, a pelear la alcaldía de Alcorcón. La joya de la corona del Sur de Madrid.
Terol permaneció leal al lado de Casado hasta el final. Fue uno de los tres 'mosqueteros' que le escoltó en su salida traumática del Congreso de los Diputados para no volver jamás. En cambio, él sí se quedó con su escaño y desde entonces ha adoptado un perfil bajo a la espera de mejores tiempos políticos. Hasta que Ayuso -que sigue sin perdonar a Pablo Casado y a sus leales por intentar "destruirla"- se acordó este lunes de él y le designó con su dedo presidencial candidato del PP a la alcaldía de Alcorcón. ¿Castigo u oportunidad?
“No es un castigo. Ha dado un paso muy arriesgado pero si sale bien es una forma de relanzar una carrera que estaba un poco en el ostracismo", opina un peso pesado del partido que le conoce muy bien. Terol fue uno de los alcaldes más votados de España al frente del municipio madrileño de Boadilla del Monte, hasta que se convirtió en un pata negra del PP de Casado, al frente de la vicesecretaría de política territorial en Génova, 13. Si hace ocho meses manejaba a golpe de teléfono a los alcaldes y concejales del PP, ahora le tocará batirse el cobre en un municipio del cinturón rojo de Madrid.
"Alcorcón es tres veces Boadilla y si gana es una buena plataforma política", señala ese mismo dirigente popular a NIUS, aunque también admite que ganar allí esta muy complicado. Desde el equipo de Feijóo coinciden en que es una "buena jugada" de Ayuso enviar a Terol a intentar reconquistar el principal bastión del Sur, uno de los objetivos electorales prioritarios que se ha marcado la baronesa madrileña.
En cualquier caso él ya ha asumido su nuevo destino y ya ejerce de candidato. "No voy a Alcorcón a hacer una oposición responsable, sino a gobernar un Ayuntamiento de forma eficiente. Que gane el mejor", afirmaba desde su cuenta de Twitter nada más hacerse pública la designación.
Quedan 236 días para unas elecciones municipales y autonómicas clave para aupar a Feijóo hasta La Moncloa, y el Partido Popular ultima las candidaturas. Queda por decidir los cabezas de cartel de Asturias, Navarra, Aragón, La Rioja y Ceuta, y de algunas capitales de provincia. En el equipo de Feijóo disfrutan de la paz interna y no dejan vislumbrar ninguna prisa. Consideran que "van bien", que todo "va rodado" y dejarán a los territorios elaborar las listas.
Sobre lo que no hay dudas es sobre José Luis Martínez-Almeida para repetir al frente de la alcaldía de Madrid. Otra cosa es quién será su número dos. Si hace unos meses Génova veía con buenos ojos el tándem Almeida-Begoña Villacís, ahora esa opción se desdibuja. Primero porque la vicealcaldesa de Ciudadanos, ocupada en reflotar la marca naranja, ha vuelto a negarse, pero sobre todo porque desde el PP creen que ya "no aporta valor electoral".
Recuerdan que candidatos muy bien valorados por los votantes como Francisco Igea en Castilla y León o Juan Marín en Andalucía se han estrellado en las urnas y que "el problema es la marca" que está hundida. Lejos quedó la OPA hostil a los dirigentes naranjas para diluirles en las filas del PP impulsada por la anterior dirección nacional y que ya no interesa al PP de Feijóo. Aun así, en Génova y Cibeles hacen números. A pesar de las encuestas favorables, son conscientes de que se pueden quedar sin la mayoría absoluta en el ayuntamiento de Madrid "por culpa" del 2,75% de los madrileños que todavía vota Ciudadanos según el último sondeo que manejan los populares.