El número adecuado puede suponer una gran diferencia, sobre todo cuando hablamos del seleccionado para participar en la Lotería de Navidad. El ganador es fruto del azar, lo que hace que cualquiera de los números que se juegan pueda resultar el ganador, pero eso no evita que la gente busque pautas y trucos para encontrar aquel que les convierta en personas más ricas.
Existen muchos trucos que la gente suele seguir, como seleccionar siempre el mismo número o comprar alguno que esté relacionado con alguna fecha importante, para ellos o para la actualidad del país, ya sea por algún acontecimiento positivo o negativo. Como decimos, el ganador será fruto del azar, pero encontrar ese número que nos dé ‘buenas vibraciones’ es importante.
Algunas personas huyen de esos números que suelen considerarse feos, mientras que para otros serán su primera opción sin dudar, unos opinaran que los que tienen números repetidos tienen menos posibilidades de salir, pero otras personas tal vez escojan el que es capicúa por el motivo contrario, sintiendo que esos números especiales merecen ser premiados.
Otras personas dejan que sea la probabilidad y la estadística la que decida por ellos. Hay números que salen más a menudo que otros, como sucede con el reintegro, ¿salen más veces los números del centro?
Lo cierto es que sí, los números del centro han salido en más ocasiones en el reintegro que los de los extremos, lo que no hace que sea más probable que vuelva a suceder.
Haciendo un repaso de los reintegros que han salido a lo largo de la historia, está claro que el número que más veces ha salido es el cinco, mientras que el que ha sido ganador en menos ocasiones es el uno:
Se puede apreciar cómo el cinco, el cuatro y el seis son los números que más veces han aparecido. Sin embargo, esto no quiere decir que exista una pauta o que vaya a repetirse volviendo a salir un número central, al fin y al cabo, los siguientes de la lista son el ocho y el cero.
“En un sorteo en el que hay 100.000 números, 200 repeticiones no es una muestra suficientemente grande para evidenciar que esos valores se estabilicen”, explicaba el matemático Luis J. Rodríguez en una entrevista para el diario AS al ser cuestionado al respecto. “Se esperaba que fuera más plano, pero no es improbable que se dé el resultado que se está dando: que haya más frecuencia de los valores centrales que de los extremos”.
Una vez se tienen los datos en la mano, solo queda decidir si la probabilidad será la que guíe nuestra mano a la hora de escoger el boleto, será la historia (propia o ajena) o dejaremos que el destino decida por nosotros.