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El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad es una tradición profundamente arraigada en España, que cada 22 de diciembre moviliza a millones de ciudadanos con la esperanza de obtener el ansiado "Gordo". Sin embargo, más allá de la ilusión y la celebración, se trata de un evento que supone una fuente de ingresos para el Estado español, tanto de manera directa, como a través de la Agencia Tributaria.
De hecho ese fue su propósito cuando se instauró en el año 1812, cuando España estaba en Bancarrota y en plena guerra de la Independencia con Francia. La lotería cumplió su propósito y salvo las arcas españolas, pero además se ha perpetuado como una tradición que no ha fallado ni un solo año desde entonces.
La Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) es la entidad encargada de organizar y gestionar la Lotería de Navidad. Cada año. En 2024 se han emitido 193 series de 100.000 billetes, cada uno dividido en décimos, con un precio de 20 euros por décimo. Esto implica una emisión total de 3.860 millones de euros en décimos.
Según datos de años anteriores, la venta de décimos suele alcanzar aproximadamente el 80% del total emitido, lo que se traduce en unos 2.880 millones de euros en ventas. De este monto, alrededor del 70% se destina a premios, mientras que el 30% restante, es decir, tras realizar una simple operación matemática aproximadamente 864 millones de euros, corresponden a ingresos directos para el Estado.
Desde 2013, los premios de loterías y apuestas organizadas por SELAE están sujetos a un gravamen especial. A partir de 2020, están exentos de tributación los premios cuyo importe íntegro sea igual o inferior a 40.000 euros. Para premios superiores a esta cantidad, se aplica una retención del 20% sobre el importe que exceda los 40.000 euros, y se aplica directamente al cobrarlo, por lo que los ganadores perciben su premio ya sin impuestos. Por ejemplo, para un supuesto premio de 100.000 euros, se tributaría el 20% sobre 60.000 euros, con los primeros 40.000 euros estando exentos. Es decir que se practicaría una retención de 12.000 euros sobre ese premio en concreto.
Según estimaciones de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), si se reparten los tres primeros premios en su totalidad, Hacienda podría ingresar alrededor de 156,5 millones de euros por este concepto. Este cálculo se basa en la distribución completa de los premios principales y las retenciones aplicables.
De esta manera el ganador del Gordo, con 400.000 euros de premio, recibiría 328.000 euros, y Hacienda se quedaría con 72.000. El Segundo premio, de 125.000 euros, se reparte con 17.000 euros para Hacienda, y 108.000 para el ganador. El Tercer premio, de 50.000 euros, se divide en 2.000 euros para Hacienda, y 48.000 euros para el ganador. A partir de aquí los premios son inferiores a esos 40.000 euros, por lo que se cobrarían íntegros.
El Sorteo de la Lotería de Navidad no solo es un evento cultural y social de gran relevancia en España, sino que también representa una fuente importante de ingresos para el Estado. A través de la venta de décimos y de la tributación de los premios de mayor cuantía, Hacienda obtiene recursos de vuelta que se pueden utilizar para la financiación de cualquier otra partida presupuestaria del gobierno.