La tentación de liquidar la hipoteca tras ganar un premio importante como el que sería el Gordo de la Lotería de Navidad es una alternativa real. Sin embargo, aunque la idea de eliminar la deuda hipotecaria puede parecer atractiva, son muchos los expertos en finanzas personales y asesores hipotecarios sugieren pensárselo dos veces antes de tomar esta decisión. Te contamos cuáles son los factores que hay que tener en cuenta en caso de estar en dicha situación.
Para aquellos que compraron su vivienda habitual antes del 1 de enero de 2013, la legislación española ofrece una deducción fiscal del 15% en el IRPF sobre las cuotas anuales de la hipoteca, con un máximo de 9.040 euros anuales. Esto permite disfrutar de un ahorro fiscal de hasta 1.356 euros al año, una cantidad que simplemente se perdería si se decide cancelar la hipoteca de golpe. En el caso de aquellos matrimonios que declaran por separado, se trata de una deducción que podría llegar a duplicarse.
Sin embargo, para los que realizaron la compra de su vivienda después de 2013 no existe esta deducción, por lo que la decisión de cancelar la hipoteca dependerá otros factores, como la rentabilidad de inversiones alternativas o las condiciones del préstamo.
Otra elemento importante a tener en cuenta son las comisiones por cancelación anticipada, que suelen aplicarse en hipotecas tanto a tipo fijo como variable. Por lo general, el coste de cancelación puede oscilar entre el 0.5% y el 3% del capital pendiente, dependiendo de los términos específicos de cada contrato hipotecario. Aunque estas comisiones han disminuido en los últimos años, siguen siendo un coste que puede ser superior a la cantidad que nos ahorramos en intereses en el caso de una amortización total de la deuda.
Destinar el dinero del Gordo a otras inversiones puede ser más rentable que cancelar la hipoteca, especialmente si el tipo de interés del préstamo hipotecario es bajo. En la situación actual, con los tipos de interés en aumento, existen alternativas como los fondos de inversión o los depósitos a plazo fijo que ofrecen una rentabilidad superior. En este sentido, la rentabilidad de la inversión en mercados diversificados podría superar el interés de la hipoteca, proporcionando mayores beneficios a largo plazo.
Además, mantener el dinero invertido podría ayudar a compensar la inflación, que erosiona el valor del dinero no invertido. Según estimaciones de expertos financieros, con una inflación anual media del 2%, un premio de 328.000 euros no invertido podría perder hasta un tercio de su valor en tan solo 20 años.
Los expertos en finanzas personales recomiendan no utilizar todo el dinero del premio en una sola transacción, sino diversificar y destinar parte del dinero a crear un fondo de emergencia o para otros fines a largo plazo, como la educación o la jubilación. Hacer esto permite mantener un colchón financiero y, al mismo tiempo, aprovechar otras oportunidades de inversión a medida que las condiciones económicas evolucionan.
Tomar la decisión de amortizar la hipoteca o invertir el dinero depende de varios factores, incluidos el perfil de riesgo, la necesidad de liquidez y las metas financieras a largo plazo de cada uno. Para quienes pueden aprovechar los beneficios fiscales disponibles, encuentren una baja rentabilidad en inversiones alternativas o tengan que afrontar unas comisiones de cancelación elevadas, lo mejor podría ser conservar la hipoteca y explorar otras vías para aprovechar el premio.
En situaciones como esta lo más recomendable suele ser consultar antes de tomar cualquier decisión con un asesor financiero, lo que permitirá conocer el impacto de cualquier decisión y evaluar las mejores opciones en función de nuestra situación y necesidades. La clave está en evitar decisiones impulsivas y en tratar de encontrar una estrategia que maximice el valor del premio en el tiempo.