El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad es una de las tradiciones más antiguas y populares en España, y su evolución ha ido acompañada de cambios significativos en el precio del décimo. Desde su inicio en 1812, el valor para participar en este sorteo ha experimentado un incremento progresivo, hasta llegar a los 20 euros que se mantienen desde 2002. A lo largo de los años, estos ajustes de precio han estado influidos por la economía del país y los cambios monetarios, como el paso de las pesetas al euro.
El primer sorteo de la Lotería de Navidad se celebró en 1812 en Cádiz, en plena Guerra de la Independencia. El precio del décimo en aquella época era de 40 reales, lo que equivaldría a aproximadamente 6 céntimos de euro actuales. Este precio, modesto en comparación con los tiempos actuales, se estableció en un contexto de crisis para recaudar fondos destinados al gobierno en su lucha contra las tropas napoleónicas.
El primer gran salto en el precio del décimo ocurrió a mediados del siglo XX. En 1940, el coste del décimo se situó en 100 pesetas, un precio considerable para la época, cuando los salarios eran mucho más bajos que en la actualidad. A finales de los años 60, y más concretamente en 1966, todavía en plena dictadura franquista, el coste de un décimo era ya de 500 pesetas, lo que hoy equivaldría a unos 3 euros. Sin embargo, en menos de una década, ese precio se duplicó. Para 1976, ya se pagaban 1.000 pesetas, es decir, unos 6 euros actuales, por un billete.
A lo largo de los años 70 y 80, el precio del décimo siguió aumentando de manera constante, en línea con la inflación y el desarrollo económico de la España postfranquista. En 1979, el precio del décimo se alzaba hasta 2.000 pesetas, que equivaldrían a unos 12 euros en la actualidad. Este periodo marcó la consolidación de la Lotería de Navidad como uno de los eventos más esperados del año para millones de españoles.
Uno de los saltos más significativos en el precio del décimo ocurrió entre 1989 y 1990, cuando su valor alcanzó las 2.500 pesetas (unos 15 euros actuales). Este incremento coincidió con una mayor popularidad del sorteo, que ya se había convertido en un fenómeno cultural masivo en España. Durante la última década del siglo XX, el precio del décimo continuó subiendo hasta situarse en 3.000 pesetas para el fin del Siglo XX, lo que sería el equivalente a 18 euros en la actualidad.
Con la desaparición de la peseta en 2002, el precio del décimo se fijó en 20 euros, una cantidad que ha permanecido inalterable desde entonces. A pesar de la inflación y los cambios económicos de las últimas dos décadas, las autoridades han decidido mantener este precio para garantizar que la mayor parte de la población pueda seguir participando en el sorteo sin que se convierta en una carga económica excesiva.
En resumen, la evolución del precio del décimo de la Lotería de Navidad ha estado marcada por la adaptación a las circunstancias económicas del país, pero su actual estabilidad en 20 euros ha permitido que esta tradición siga siendo accesible para la mayoría de los españoles, consolidando su lugar como uno de los eventos más importantes y esperados del año