Apenas estamos viviendo la resaca del Sorteo Extraordinario del 22 de diciembre y ya suenan tambores de suerte y fortuna para lo que se avecina el 6 de enero, Día de Reyes: regresa la ilusión en forma de nuevas apuestas. Los jugadores de todas las comunidades autónomas cuentan los días para se celebre el Sorteo del Niño, un epílogo perfecto a la fiebre de la lotería que caracteriza diciembre y la vorágine de encuentros y cenas con la familia y los amigos.
El Niño ya es un premio grato en sí mismo: nos da la posibilidad de volver a jugar y ganar si no tuvimos suerte en el primero intento. Además, cuenta con alguna que otra ventaja frente al evento del 22 de diciembre. La cantidad de premios más pequeños que se reparten es mucho mayor. 50 millones de décimos emitidos en un total de 1000 millones de euros. En total se distribuirán 700 millones, un 70% aproximadamente.
Son muchos los millones de españoles aficionados a jugar dos veces a la lotería. En 2022, la SELAE estimó que nos gastamos una media de 17,50 euros por persona, cifra que aumentó ligeramente respecto al gasto medio de 2021.
En esta ocasión, el Niño tendrá lugar en el Salón de Sorteos de Loterías y Apuestas del Estado, en lugar de celebrarse en el Teatro Real, un recinto que tradicionalmente se reserva para el gran premio, justamente el que acumula más expectación desde verano, cuando los primeros décimos se pusieron a la venta. Las ventas definitivas de décimos que sirven para elaborar los informes y estadísticas de cada año no los conoceremos hasta poco antes de la celebración del Sorteo, pues será en esas fechas cuando la SELAE haya registrado los décimos vendidos y los que se han devuelto. Para que los ganadores puedan cobrar sus premios, deberán hacerlo a través de los bancos adecuados.
La pregunta que muchos de los que juegan se hacen es. ¿Influye en la buena fortuna la comunidad donde hayamos comprado nuestro décimo? ¿Cuáles suelen ser las más afortunadas?
Los registros que suele proporcionar Loterías y Apuestas del Estado cada año pueden darnos una pista de las regiones y ciudades españolas con más olfato para el acierto, unos datos que suele coincidir con los puntos donde históricamente se concentra un mayor número de ventas.
Desde 1941, año del primer sorteo oficialmente bautizado como El Niño, Madrid ha sido la comunidad que más suerte ha repartido. Hasta un total de 43 veces ha tocado allí el primer premio, aunque, en rigor, la capital no es el primer lugar donde la suerte se dejó caer. Quienes crean en ritos, supersticiones y geografías cargadas de mística deberían probar a comprar su décimo en Fermoselle, en Zamora. Fue en esa población donde se rumorea que cayó el primer premio en el histórico de este sorteo, que no cuenta con registros exactos de su origen y resulta difícil de precisar.
Completando la buena fama de la capital tenemos otras comunidades autónomas con aura de afortunadas. Barcelona mantiene el segundo puesto (ahí el Niño ha tocado hasta 37 veces; la última en 2023). Hasta un total de 19 veces se ha dejado caer en Bilbao, en el tercer puesto. Le siguen Valencia, con 15 primeros premios, y Sevilla, con 10.