El principal motivo para comprar Lotería de Navidad es esperar que nos toque el premio Gordo y, en caso de que esto no sea posible, cualquiera de los otros que se reparten durante el sorteo que tiene lugar en el Teatro Real de Madrid el 22 de diciembre.
Los niños de San Ildefonso van cantando los números y los premios correspondientes y tanto las personas que están allí presentes como quienes están en sus casas pueden ir comprobando si el décimo que compraron era el que tenía la mejor de las suertes.
Si no toca, pues no pasa nada, a seguir jugando y a esperar si en la lotería del Niño hay mejor fortuna, pero si toca hay algunas cosas que conviene saber, sobre todo si el ganador es uno de los miembros de la pareja.
Si un décimo se ha comprado de manera conjunta no hay demasiadas dudas, el premio se reparte conforme la inversión de cada cual, tanto si se ha comprado junto a un amigo, un familiar o la pareja con la que en ese momento se comparta la vida. En el caso de los matrimonios, las cosas pueden ser un poco diferentes, sobre todo en función de si la unión ha sido en separación de bienes o en gananciales.
Si un matrimonio se ha casado en separación de bienes y a uno de los cónyuges le toca la lotería de Navidad, ese premio es íntegramente para aquel que lo haya comprado. Solo será necesario que presente el décimo donde corresponda para poder cobrarlo y, en caso de que surja algún problema, que pueda acreditar que lo ha comprado.
En caso de que se haya comprado a medias, como ya hemos aclarado antes, el premio tendía que repartirse, pero esto no tiene tanto que ver con estar casados como con compartir la compra del billete.
La situación es diferente si la pareja está casada en régimen de gananciales, en este caso, tanto si el décimo se ha comprado con dinero común como si uno de ellos lo ha comprado pro su cuenta, las ganancias se repartirían a partes iguales. Esto podría ser diferente en caso de acreditarse que la pareja se encuentra separada desde hace tiempo o en trámites de divorcio, aunque este no sea efectivo. En ese caso el dinero sería para quien compró el décimo.
Así las cosas, parece que la norma está clara, todo depende del régimen en el que la pareja decidió casarse, así como el momento en el que se encuentre su relación, porque si esta estaba rota con anterioridad, aunque se hubieran casado en régimen de gananciales, el premio será para el comprador.
Por supuesto, está en su mano decidir si lo quiere compartir con quien fuera su pareja, igual que en el caso de los matrimonios casados con separación de bienes, si quien gana el premio quiere compartirlo con su otra mitad, está en todo su derecho, pero no tendría por qué hacerlo. Esto sería una decisión personal.