Uno de los mejores francotiradores del mundo se ha unido a las fuerzas ucranianas para tratar de vencer a Rusia en una guerra en la que, a pesar de llevar 15 días de asedio ruso, Ucrania sigue manteniendo que no se rendirá.
Este reconocido francotirador es un canadiense que tiene experiencia en otras guerras, como en la de Afganistán o en Irán. Wali, que así es su apodo de guerra, cruzó la frontera de Polonia a primeros de este mes de marzo para unirse a las fuerzas ucranianas: "Quiero ayudarles. Es tan simple como eso", explica, según recoge CBC.
Pero Wali no llega solo. Junto a él también han viajado tres exsoldados canadienses que también quieren plantar cara a Rusia. En Ucrania el grupo ha sido recibido con los abrazos abiertos, ya que cualquier ayuda es poca frente a las fuerzas de Vladímir Putin: "Es como si fuéramos amigos desde el primer momento", asegura Wali.
Uno de los motivos por los que este soldado decidió unirse a las fuerzas ucranianas fueron los civiles y el sufrimiento que están pasando en esta guerra. Ya hay más de dos millones de refugiados, y miles de civiles quieren huir pero no pueden hacerlo por los bombardeos: "Tengo que ayudar porque aquí hay gente que está siendo bombardeada solo porque quiere ser europea y no rusa", señala.
Wali ha desobedecido las propias órdenes de su país, Canadá, que desaconseja viajar a la zona, para prestar ayuda a Ucrania. Una ayuda que el propio Volodímir Zelensky pidió a todos los extranjeros, para que se uniesen a la resistencia "contra los ocupantes rusos".
Este francotirador, de 40 años, deja atrás a su bebé, que está a unas semanas de cumplir su primer año. Sin embargo, lo hace sabiendo que no puede no ayudar en una situación tan grave como la que se vive en Ucrania: "Es terrible. Pero en mi cabeza, cuando veo las imágenes de destrucción en Ucrania, veo a mi hijo en peligro y sufriendo. Cuando veo un edificio destruido, veo a la persona que lo posee, que ve cómo se esfuma su fondo de pensiones. Voy por razones humanitarias", concluye.