Un voluntario de los ensayos de la vacuna contra el coronavirus en India, un hombre de 40 años, ha demandado por 50 millones de rupias, unos 676.000 dólares, al Serum Institute of India, responsable de las pruebas en el país, alegando que la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca le ha provocado una reacción adversa.
Así lo recoge el medio local The Hindu, que asegura que el demandante comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, vómitos, y "le cambió el comportamiento por completo" diez días después de haberse puesto la inyección.
Su malestar fue tal que tuvo que acudir al hospital, donde estuvo ingresado más de diez días y donde el informe médico, tras el alta del paciente, recogió que este se encontraba en un "estado mental alterado" y "desorientado".
Sin embargo, el director de los ensayos en la localidad resta importancia a los sucedido, asegurando qe ahora el paciente se encuentra en buen estado, y que sufrió una reacción adversa que no se debía a la vacuna.
El paciente fue vacunado en los ensayos de Covishield,como se conoce en el país indio a la vacuna contra la covid, en la ciudad de Chennai el pasado 1 de octubre, con dos dosis de la vacuna de AstraZeneca.
Ahora, ha demandado a la institución responsable en el país, a la que le pide una indemnización y además exige que se detengan de inmediato los ensayos del fármaco, que está siendo probado en 1.600 voluntarios en India.
La Universidad de Oxford ha admitido que, por equivocación, hubo "diferencias" en la forma de administrar las dosis de su vacuna contra la covid-19 a los voluntarios en los ensayos, pero aclaró que los métodos para medir la concentración del antídoto han quedado ya "establecidos".
En un comunicado, la universidad británica pretende despejar las crecientes dudas surgidas en los últimos días sobre la efectividad de hasta un 90 % que se observó en el subgrupo que recibió primero media dosis y después una dosis completa del producto que ha desarrollado con la farmacéutica sueco-británica AstraZeneca .
Tras haber anunciado el pasado día 23 los resultados preliminares de la tercera fase de las pruebas, la universidad reconoce de manera implícita que a la hora de suministrar las dosis a los participantes de los ensayos se partió de un error.
El grupo de expertos, liderado por Andrew Pollard y Sarah Gilbert, informó en un principio de que la vacuna, ofrecida en dos dosis - preparatoria y de refuerzo-, es efectiva en una media del 70,4 %, aunque la variación en la cantidad de cada dosis afecta al resultado.
Cuando se administra media dosis seguida de una dosis completa, el nivel de eficacia asciende al 90 % -y reduce la transmisión- y desciende al 62 % cuando los voluntarios reciben dos dosis enteras del antídoto.
Tras el anuncio, se supo que las diferencias en la cantidad de las dosis administradas entre los diferentes grupos parten de una equivocación y que la dosis que obtuvo una eficacia del 90 % se adjudicó a un grupo con muchos menos participantes, lo que para algunos implica cuestionar los resultados.