Gracias a un sinfín de llamadas telefónicas con sus aliados, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski ha conseguido que Occidente imponga una serie de sanciones a Rusia que antes eran inconcebibles.
Zelenski sabe que la población europea está de su parte. Prueba de ello son las numerosas manifestaciones que se están produciendo en las grandes ciudades en contra de la guerra y apoyando al pueblo ucraniano. El presidente ucraniano está aprovechando esta situación para contactar con los diferentes líderes europeos. También está utilizando su cuenta de Twitter para mostrar sus reacciones ante las acciones emprendidas por sus aliados.
El presidente ucraniano está trabajando sin descanso para terminar pronto esta guerra por la vía de la diplomacia. Los propios funcionarios del país están sorprendidos: "Estamos asombrados por él. Puede que al final no consiga salvar a Ucrania, o cambiar a Rusia, pero está cambiando Europa", reconocía un dirigente del partido a The Guardian.
Tan solo el sábado, por poner un ejemplo, Zelenski comenzó el día hablando con Emmanuel Macron y continuó hablando con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; con Mario Draghi, el primer ministro italiano; Ignazio Cassis presidente de Suiza; Narendra Modi, primer ministro de la India; Recep Tayyip Erdogan, presidente turo; Ihham Aliyev, el presidente azerbaiyano; Marc Rutte, primer ministro holandés; António Guterres, secretario general de la ONU; Olaf Scholz, canciller alemán; el Papa; Petr Fiala, primer ministro checo; Andrzej Duda, presidente polaco y, por último, una copa virtual con el primer ministro británico, según recoge The Guardian.
En total: 14 llamadas a grandes líderes europeos capaces de sancionar a Rusia. Estas llamadas están centradas en la petición de armas y en el endurecimiento de las sanciones.
El último gran triunfo de Zelenski ha sido con Alemania, que ha pasado de únicamente cerrar el gasoducto Nord Stream 2 a aumentar su gasto en defensa hasta el 2% del PIB, respaldar la venta de armas a Ucrania y unirse a aislar a Rusia de Swift.
Las posibilidades a largo plazo de que el gobierno ucraniano pueda resistir las fuerzas rusas son limitadas, reconocen algunos funcionarios del país. Por eso, el objetivo es que las sanciones políticas y económicas sean tan altas para Vladimir Putin que tenga que dejar de lado sus aspiraciones.