Emmanuel Macron ha conseguido que Joe Biden y Vladímir Putin se sienten a hablar cara a cara sobre el conflicto en Ucrania. Eso sí, con una condición: que Rusia no invada Ucrania. EE.UU. y la OTAN están convencidos de que el Kremlin está a punto de dar la orden del comienzo de la guerra.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin han aceptado la propuesta del presidente de Francia, Emmanuel Macron de celebrar una cumbre sobre Ucrania en la que se hablará también de "seguridad y estabilidad estratégica en Europa", según ha informado el Elíseo.
En la nota, el Elíseo señala que tanto Putin como Biden han aceptado dicha cumbre que "sólo podrá celebrarse a condición de que Rusia no invada Ucrania", ha explicado la oficina del presidente francés, Emmanuel Macron.
El texto ha señalado que el contenido "deberá ser preparado por el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinkeny y su homólogo ruso Sergei Lavrov, durante su próxima reunión el jueves 24 de febrero".
"El presidente de la República trabajará con todas las partes interesadas para preparar el contenido de estos debates", ha zanjado el comunicado.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aceptado "en principio" la propuesta de su homólogo francés de celebrar una cumbre sobre Ucrania con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, siempre que Rusia no invada Ucrania.
Biden "ha aceptado en principio reunirse con el presidente Putin, siempre y cuando Rusia no siga adelante con una acción militar", ha declarado la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki. "Siempre estamos dispuestos a la diplomacia. También estamos dispuestos a imponer consecuencias rápidas y severas si Rusia opta por la guerra. Y actualmente, EEUU lleva semanas poniendo fecha al inicio de la invasión rusa a Ucrania, pero hasta el momento no ha ocurrido.
Miles de soldados rusos permanecen en zonas próximas a la frontera con Ucrania, con el pretexto de las maniobras militares que Rusia ha organizado y que ha prorrogado. Mientras tanto, la UE no ha abandonado la vía del diálogo para evitar un conflicto militar en Europa, que no beneficiaría al continente.