Los líderes occidentales siguen estudiando nuevas sanciones económicas contra Rusia por la invasión de Ucrania. La guerra ha hecho saltar todas las alarmas y ya se aplican restricciones a la economía de los altos cargos y oligarcas rusos, entre ellos el líder del Kremlin, Vladímir Putin. Estos días se ha conocido que el mandatario ha sufrido una pérdida millonaria personal en España, donde ha disfrutado de sus vacaciones en varias ocasiones.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha pasado varias temporadas estivales en el municipio de Altea, en la costa alicantina, donde se instalaba en villas de lujo. Muchos se preguntan cuánto pagaba el dirigente de 69 años en su lugar favorito, 'Altea Hills', una urbanización situada en la ladera de la sierra de Bernia. Toda una joya arquitectónica.
Altea es una de las localidades más demandadas y turísticas de la Comunidad Valenciana. Hasta 700 ciudadanos rusos están empadronados en el municipio, de los de los 25.000 que lo están en toda la provincia valenciana. Solo algunos 'privilegiados' disfrutan de un apartamento en el complejo de 'Altea Hills'. Las viviendas tienen un valor medio de entre dos y tres millones de euros, unos 5.000 euros por metro cuadrado.
Las villas compradas por multimillonarios rusos superan los siete millones de euros, según algunos informes, y las inmobiliarias aseguran que no tienen problemas para conseguir huéspedes o posibles compradores. En cuanto al interés ruso, influye que en su interior se encuentra la iglesia ortodoxa rusa más grande de España.
Solo los ciudadanos rusos de más alto nivel han sido capaces de poder comprar una de las villas de la zona. Se pueden ver sistemas de seguridad para acceder a las instalaciones, que cuentan con un circuito cerado de cámaras y vigilancia las 24 horas del día, además de necesitar autorización para entrar. Los accesos incluyen incluso ascensores. Las viviendas se sitúan en grandes colinas.
Uno de cada cuatro propietarios en 'Altea Hills' son de procedencia rusa y presumen de que nunca se ha producido ningún robo, según los datos de 'ABC'. La gran capacidad en cuanto a la seguridad y la espectacular comodidad, además de la discreción, son algunos de los elementos que podrían haber llamado la atención de Vladímir Putin. No obstante, nunca se ha obtenido una prueba gráfica de las estancias del presidente ruso en Altea. Una agente inmobiliaria admitió en 2019 al programa de Cuatro 'Fuera de cobertura' que el mandatario acudía dos veces al año a la urbanización.
Pero no solo se habla de la estancia de Vladímir Putin en Altea. El mandatario también ha disfrutado de clubs deportivos y spas, como el balneario médico 'Sha Wellness', en El Albir, también en Alicante, uno de los más lujosos del mundo. En 2014, durante el conflicto de Crimea, el mandatario habría acudido a estas instalaciones a tratarse contra el envejecimiento y perder peso, según 'La Razón'.
Los tratamientos naturales parten en 'Sha Wellness' parten de los 8.000 euros y atraen a celebridades de todos los países. Sin embargo, todos estos lujos quedan atrás para el presidente de Rusia, quien ha sido ahora vetado en la mayoría de países europeos, así como su familia, de la que se sabe poco. El dirigente nunca ha ocultado su obsesión por la seguridad y por enaltecer su figura.