El último consejo de seguridad del Kremlin ha vivido este miércoles un momento llamativo protagonizado por el presidente ruso, Vladimir Putin, y el jefe de su servicio de Inteligencia, Sergei Naryshkin. En pleno debate sobre único punto del día, el reconocimiento de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, Putin percibió la falta de conformidad de Naryshkin con su actuación y no dudó en ponerle en un aprieto.
"En el peor de los casos, tenemos que tomar la decisión de que estamos discutiendo", trató de argumentar Naryshkin. El mandatario no dudó en cuestionar esta postura. "¿En el peor de los casos? ¿Qué quiere decir? ¿Tenemos que empezar negociaciones o reconocer su soberanía?", preguntó.
Naryshkin comenzó a titubear y a mostrar su nerviosismo. "¿Reconocerás o reconozco? ¡Habla con claridad, Sergei!", continuó Putin. "Doy apoyo a la propuesta de...", trató de añadir el jefe de la Inteligencia del país. "¿Sí o no?", exhortó Putin entre risas.
Naryshkin continuó su intervención con dificultad, pero terminando por ceder a la presión de la máxima autoridad del país: "Sí, doy apoyo a la propuesta de entrada de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en la Federación Rusa".
Sin embargo, esta afirmación aún no resultó suficiente para Putin, que replicó una vez más con un "no estamos hablando de eso. Estamos hablando de reconocer su independencia o no". "Sí, doy apoyo a la propuesta de reconocer su independencia", zanjó definitivamente Naryshkin, claudicando ante la presión del mandatario.
Desde su oficina en el sudeste de Moscú, Sergei Naryshkin dirige una de las redes de espías más importantes del mundo, el Servicio de Inteligencia Extranjera. Entre 2011 y 2016 fue el presidente de la Duma Estatal. Según la BBC, es una de las figuras más esquivas del panorama político ruso.
Nació en Leningrado (hoy San Petersburgo) en 1954, fue sancionado por Estados Unidos después de la invasión rusa a Crimea en 2014.
En los años recientes ha aparecido en los medios por sus declaraciones en contra de Estados Unidos. En repetidas ocasiones ha alegado que existe una "campaña de desinformación" por parte de sus contrincantes en Occidente.
Varias agencias gubernamentales aseguran tener evidencia de que el Gobierno ruso se ha inmiscuido en distintas zonas de América Latina, y acusan de "amenaza latente" su presencia. Naryshkin es el principal vector de Inteligencia con estos países.