Quedan pocos días para que se cumplan 20 años de los atentados del 11 de septiembre de 2001, que se cobraron la vida de casi 3.000 personas.
La mañana de ese fatídico martes la red yihadista Al Qaeda secuestró cuatro aviones con la intención de estrellarlos contra edificios emblemáticos de la ciudad.
Los pasajeros del vuelo 93, que partió de Newark (Nueva Jersey), decidieron rebelarse contra los secuestradores y en el forcejeo llevaron al avión a entrar en barrena sobre Pensilvania, frustrando así el supuesto plan de estrellar la aeronave en el edificio de Capitolio en Washington.
A bordo de ese vuelo, Tom Burnett no perdió la esperanza y le aseguró a su esposa que todo saldría bien: "Vamos a recuperar el avión. Estaré en casa para cenar. Puede que llegue tarde, pero estaré en casa".
Daily Mail ha recogido algunos de los últimos mensajes de los valientes pasajeros de este vuelo que no dudaron en plantar cara sus secuestradores. La asistente de vuelo Sandra Bradshaw preparó agua hirviendo para intentar arrojársela a los secuestradores.
Otros pasajeros, como Todd Beamer, aprovechan para intentar despedirse de sus seres queridos ante la trágica situación: "¿Le dirías a mi esposa y mi familia cuánto los amo?", preguntaba a la supervisora telefónica Lisa Jefferson. Al igual que Linda Gronlund, que dejó un mensaje en el contestador automático de su hermana: "Te amo y espero poder hablar contigo pronto".
La cifra de víctimas mortales de los atentados del 11 de septiembre de 2001 hace tiempo que se cerró en 2.996 --265 en los cuatro aviones secuestrados, 2.606 en las Torres Gemelas y 125 en el Pentágono--, pero según el último balance de las autoridades desde los atentados han muerto 1.064 trabajadores de los servicios de emergencia por enfermedades derivadas.
La cifra, obtenida por el semanario 'Newsweek', recoge las muertes registradas hasta el mes de julio de 2016 y procede de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional. Además, se estima que hay unas 400.000 personas afectadas por enfermedades provocadas por los atentados.
"Mucha gente ni siquiera relaciona los síntomas que tienen a día de hoy con el 11 de Septiembre", subraya el director del Registro Sanitario del World Trade Center, Mark Farfel. El Registro hace un seguimiento del estado de salud de más de 71.000 rescatistas y supervivientes que estuvieron en Manhattan el día de los atentados y los posteriores.