Médicos del Centro de Salud Infantil en Varsovia han informado de la muerte de un niño afgano de cinco años, recientemente evacuado al país desde Kabul, que habría ingerido unas setas venenosas. Su hermano, de seis años, que también habría resultado intoxicado por los hongos, se encuentra grave tras haber sido sometido a un trasplante de hígado, según informa The Guardian.
Los dos niños y su hermana mayor, de 17 años, enfermaron la semana pasada, después de haber comido unas setas que sus padres recogieron en el bosque, cerca del centro de refugiados donde se encuentran alojados, en la ciudad de Podkowa Leśna, cerca de Varsovia. Las setas que habían recogido son amanita phalloides, las conocidas como 'sombrero de la muerte' y son altamente venenosas. La hermana ha recibido el alta médica y se encuentra bien y tanto ella como sus padres se encuentran en el centro médico bajo atención psicológica.
Los médicos que trataron a los menores confirmaron la muerte del niño pequeño y confirmaron que al niño de seis años se le había practicado un transplante de hígado con éxito, pero que los daños producidos en el cerebro eran de extrema gravedad y potencialmente mortales.
Algunos otros miembros de la familia también resultaron intoxicados tras comer el mismo tipo de setas, pero estaban ingresados en otros centros hospitalarios y su estado no reviste gravedad. Las setas conocidas como sombrero de la muerte se encuentran entre las más venenosas del mundo y tienen un peligroso parecido con una seta comestible muy común y popular en Polonia, conocida popularmente como el parasol.
La familia había sido evacuada desde Kabul el pasado mes, tras la llegada de los talibanes, a petición de Reino Unido, ya que el padre trabajaba para los británicos.