La cuenta atrás para conseguir un remedio eficaz y seguro contra la Covid-19 se acelera y los ensayos clínicos elevan las apuestas. Los laboratorios Pfizer-BioNTech han anunciado el 95% de efectividad en su vacuna experimental; la farmacéutica Moderna, un 94,5% en la suya. Los expertos piden cautela. Y los Gobiernos se enfrentan a nuevos desafíos. ¿Cómo garantizar una distribución masiva entre la población cuando la vacuna esté lista? ¿Cómo lidiar con el enorme reto logístico que supone -en el caso de la de Pfizer y BioNTech- mantener una vacuna a al menos 70 grados bajo cero? ¿Cómo se preparan y cuáles son los planes de los países europeos?
De momento, la Comisión Europea ha cerrado varios acuerdos con compañías farmacéuticas para comprar de forma anticipada futuras dosis para sus ciudadanos. Un contrato con el laboratorio alemán BioNTech y el estadounidense Pfizer le garantiza 300 millones; otro con alemán Curevac, 405 millones de dosis más. Además, ha firmado acuerdos con AstraZeneca, Sanofi-GSK y Janssen.
En un contexto de fuerte competencia, las negociaciones se realizan con discreción. Bruselas quiere mantener en secreto los detalles de esos contratos con los laboratorios. Insiste en que no puede hacerlos públicos por razones de "confidencialidad". "Si publicásemos información sensible la negociación con otras empresas sería extremadamente complicada", ha dicho el portavoz de Salud del Ejecutivo comunitario, Stefan de Keersmaecker. Ha desvelado, eso sí, que los precios serán "asequibles".
Las dosis se distribuirán entre los socios europeos en función del tamaño de la población. Cada Gobierno debe definir sus propias estrategias y prioridades en sus campañas de vacunación. Tienen -tenemos- que estar preparados. Compañías como Pfizer y BioNTech han informado, por ejemplo, de que "se prevé que las entregas comiencen a finales de 2020". A continuación, los planes de varios países europeos.
En Alemania, los distintos estados tienen previsto establecer cientos de centros de vacunación en todo el territorio a partir de diciembre, según ha informado el periódico Welt am Sonntag.
El Gobierno alemán ha recibido críticas, por ejemplo, por carecer de un plan para transportar las dosis. "Las demandas de los especialistas en logística se están descuidando por completo", ha asegurado al periódico Welt am Sonntag Wolfgang Albeck, director de la empresa especializada en logística farmacéutica Trans-o-Flex.
Francia espera empezar a vacunar contra la Covid-19 a comienzos de 2021. Así será, ha dicho el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, si la vacuna de Pfizer y BioNtech de demuestra ser segura.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, aseguro en una entrevista en La Stampa- hace una semana- que el país prepara un plan nacional para garantizar la distribución de la vacuna contra la Covid-19.
El Gobierno belga ha anunciado que la vacuna contra el coronavirus será distribuida de forma gratuita entre la población y que no será obligatoria.
Países Bajos tampoco ha informado sobre cómo se organizará para distribuir la vacuna entre la población. "Aun no hemos llegado a ese punto", ha dicho Hans van Vliet, gerente del Programa Nacional de Vacunación en el Instituto de Salud Pública RIVM, a la radio holandesa NOS.
El primer ministro portugués, António Costa, dijo el 30 de octubre: "Debemos tener nuestra estrategia nacional de vacunación en un mes". Hace unos días, aseguró que una comisión técnica se está ocupando de ese plan contra la Covid-19 pero no se ha difundido ningún detalle.
Ya fuera de la órbita de la Unión Europea, el Gobierno británico prepara la infraestructura para una vacunación masiva que podría iniciarse a principios de 2021.
Reino Unido tendrá que lidiar con los recelos que despierta la vacuna contra el coronavirus. Según un estudio de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, solo el 52% ciento de los británicos se muestra dispuesto a ponérsela.