La UE admite que debería haber actuado con más rapidez pero defiende sus nuevos instrumentos frente al coronavirus
España llama a una "solidaridad sin caridad"
Piden la cohesión entre los países del norte y sur
Es una "condición imprescindible para superar esta crisis"
El alto representante en Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, y la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, han defendido los nuevos instrumentos desarrollados por la Unión Europea para combatir la crisis generada por el coronavirus, si bien el diplomático europeo reconoció que se podría haber actuado con más celeridad.
"Habríamos hecho lo mismo, pero más deprisa. Desde el punto de vista de la comisión podríamos haber hecho más coordinación. No debemos autoflagelarlos", ha declarado Borrell, acompañado de la ministra, en el foro digital 'El Momentum Europeo. La Unión Hace la Fuerza' celebrado este sábado.
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Por su parte, la ministra ha centrado su discurso en una palabra clave: "Resiliencia. Nos cuesta invertir en ser más fuertes. Necesitamos prepararnos mejor frente a riesgos extremos. Esta pandemia no será la única ni la última. Humildad y resiliencia", ha reiterado.
"Necesita integrar sus liderazgos y la respuesta a la crisis va a marcar la pauta. Esta misma es la lección que nos podemos aplicar en España: si somos capaces de construir consensos que nos permitan defender una Europa más fuerte o nos vamos a convertir en un apéndice de la Unión Europea", ha añadido.
Gran parte del foro estuvo dedicada a las discrepancias exhibidas entre los países del norte y el sur de Europa sobre la forma de abordar una respuesta común. En este sentido, y como reconoció el propio Borrell, todavía existe una distancia considerable. "Estamos ya en una sintonía, en una coordinación de las competencias. En lo que se refiere a la crisis económica estamos muy lejos de la respuesta adecuada. Allí se va a jugar el futuro de Europa", ha declarado.
Ante esta situación, la ministra Laya ha transmitido otro concepto, el de "solidaridad sin caridad", que ha aprovechado para llamar a los países del norte de Europa, comenzando por Alemania y, en particular, Países Bajos, a mantener la respuesta coordinada actual. "Esto es interés. Propio y común", ha manifestado.
La ministra ha defendido que "la respuesta a esta necesidad de solidaridad ha sido inédita" y ha destacado la importancia de los nuevos instrumentos en el "arsenal" de la UE para aliviar el impacto de la crisis, "como avales o reaseguro del empleo". "Si no somos solidarios", ha añadido, "nos va a afectar a cada uno de nosotros individualmente. ¿Cómo va a salir Alemania de esta crisis sin el mercado interior de la UE, si la mitad de Europa no va a funcionar de manera completa?".
De igual modo se ha manifestado Borrell, que ha adaptado su mensaje para expresar su pesar ante los populismos que intentan afectar a la integridad de la UE aprovechando la crisis. "Me ha dado mucha pena ver en Italia imágenes de banderas europeas quemadas", ha declarado antes de recordar que "el BCE solo ha tardado tres días en decir "lo que haga falta", frente a los tres años que tardó en la época de la gran recesión de 2008.
"La comisión ha puesto en marcha un programa de créditos, que está cocinándose. Los populismos se nutren mucho de este tipo de crisis", ha lamentado antes de concluir llamando a la cautela ante los cambios que comporta el futuro. "Nada está escrito. Todo va a depender de las decisiones que se tomen. Solidaridad y mutuo interés. Con lo que tenemos ahora se puede hacer mucho", ha estimado en una reflexión sobre una crisis que comparó con los atentados del 11 de septiembre de 2001.
"Esto va a cambiar profundamente muchas cosas. Mañana no vamos a decir 'Esto se acabó'", ha declarado Borrell, quien no obstante pidió calma frente a las llamadas a reformar los tratados. "Tenemos que empezar con lo que ya está", ha remachado.