El tsunami que separó Reino Unido de Europa hace 8.000 años
Científicos británicos hallan evidencias de las tres olas gigantes que sumergieron el territorio que unía la isla de Gran Bretaña con Francia, Bélgica, Países Bajos y Dinamarca
Era una llanura inmensa llamada Doggerland, fértil y rica en caza y pesca y habitada por cazadores recolectores en lo que hoy en día es el sur del Mar del Norte
También han descubierto, a partir del análisis de sedimentos y restos en la costa, que quedaron unas islas que fueron cubiertas por el deshielo miles de años más tarde
La separación de Reino Unido de Europa nunca ha sido fácil. No lo es ahora y no lo fue hace 10.000 años cuando la isla de Gran Bretaña estaba unida físicamente al continente europeo a través de una extensa llanura fértil que se llamaba Doggerland y que se extendía por donde hoy está el mar del Norte. Estaba conectada desde el estrecho de Dover y Calais, por el sur, con Francia, Países Bajos, Alemania y Dinamarca. Y se acercaba a Noruega.
Científicos y arqueólogos británicos descubrieron en julio datos que concluían que Doggerland desapareció barrida por un tsunami hace 8.200 años pero quedaron una serie de islas donde siguió viviendo gente y quedó sumergida definitivamente miles de años después.
MÁS
Hace 12.000 años, Doggerland era un vasto territorio con colinas de suaves pendientes, valles densamente boscosos y salvajes y lagunas pantanosas que llenaban todo el espacio que hoy ocupa el sur del Mar del Norte. Se extendía a lo largo de 46.620 kilómetros cuadrados equiparable al tamaño Eslovaquia o Países Bajos hoy en día. Aunque fue cinco veces mayor antes del deshielo.
Abundaban los bosques de robles, olmos, abedules, sauces, avellanos, una fauna de caballos, uros, ciervos, jabalíes, aves acuáticas, nutrias y castores en sus humedales y todo tipo de peces en sus lagos, ríos y mares. Se cree que era el coto de caza y pesca más rico de Europa en la prehistoria con una sociedad importante. Estaba poblada por nómadas mesolíticos, cazadores recolectores que migraban en cada estación pescando, cazando y recolectando alimentos como avellanas o bayas.
Era la época entre el Pleistoceno y el Holoceno, marcada por la finalización de la Edad del Hielo, que había durado cien mil años. Hace 10.000 años empezaron a subir las temperaturas y el hielo se fue derritiendo y cubriendo partes de Doggerland. La subida del nivel del agua provocó la inundación de los asentamientos más bajos, obligando a sus pobladores a emigrar a otros lugares como Países Bajos por el sur o Gran Bretaña por el oeste.
El tsunami que arrasó con todo
El nivel del agua en la zona ha subido 120 metros desde entonces. Pero no fue el gradual ascenso del nivel del agua lo que provocó la desaparición de Doggerland, sino un tsunami causado por un deslizamiento de tierra masivo bajo el mar en la costa de Noruega, en la plataforma continental de Storegga, hace 8.150 años. Se produjo un corrimiento de tierra en una superficie de 80.000 kilómetros cuadrados (el tamaño de Escocia) provocando el mayor tsunami del que se tiene constancia, mucho mayor que el del océano Índico de 2004 o el de Japón en 2011.
Se generaron tres olas gigantescas que azotaron las costas de Doggerland llevándose por delante a todos sus habitantes. Se trata de un descubrimiento de la Escuela de Arqueología de la Universidad de Bradford, que hace diez años que estudia Doggerland a través del proyecto “las fronteras perdidas de Europa”, en el que participan también otras universidades británicas.
Hoy Doggerland es un paisaje submarino de muy complicado acceso tanto para los pescadores como para los arqueólogos. Una tierra de la que poco se sabía y que a veces era mitificada como si fuera otra Atlántida, hasta conocer estas investigaciones. Los científicos han analizado depósitos marinos que incluyen piedras y conchas encontradas en la costa este central de Inglaterra, en una área junto a una depresión marina llamada Outer Dowsing.
Analizaron casi medio metro de depósitos de piedras y conchas rotas parecidas a un tsunami intercaladas entre sedimentos laminados. Las dataciones indicaron que eran contemporáneos al Storegga. Los análisis incluían técnicas geoquímicas, sedimentológicas, paleomagnéticas, isotópicas, paleobotánicas y de análisis del ADN de los sedimentos (realizados por la Universidad de Warwick). Los resultados mostraron que los depósitos podían interpretarse fácilmente como resultado de un tsunami.
El archipiélago de Dogger
La investigación prosiguió. Más tarde encontraron restos de fauna y artefactos desenterrados por pescadores que trabajaban en el Brown Bank, un banco de pesca en el sur del Mar del Norte cercano a la costa holandesa. Descubrieron también un martillo de piedra hecho por humanos.
El tsunami no fue el fin de Doggerland. Quedó un archipiélago con una isla mayor bautizada como isla de Dogger donde se han encontrado evidencias de que siguió habiendo asentamientos humanos durante miles de años. Hasta que, con el paso de los siglos, fueron desapareciendo bajo el agua.
La tierra fue bautizada como Doggerland, la tierra de los 'doggers', porque este era el nombre de las embarcaciones de un mástil de los pescadores holandeses que faenaban en bancos de arena en el centro del Mar del Norte desde el siglo XIV. Es una zona donde abundan el bacalao y arenque. Es donde se ubica la isla de Dogger que sobrevivió al tsunami.
“Durante los últimos veinte años hemos revolucionado la forma de entender Doggerland y hemos podido bajar a valles de ríos sumergidos y obtener datos de plantas y animales que vivían allí”, explicó el profesor Vince Gaffney, líder de la investigación. Y destacó que todavía es "un paisaje inexplorado".
Las lecciones de Doggerland
La desaparición de Doggerland se produjo en una época de gran cambio climático. “Los eventos que llevaron al tsunami de Storegga tienen muchas similitudes con lo que está pasando hoy en día —advierte Gaffney—. El clima está cambiando y esto impacta en muchos aspectos de la sociedad, especialmente en las zonas costeras”.
Los climatólogos advierten que se podría vivir una situación similar porque se está produciendo un incremento parecido de las temperaturas. Y afectaría a miles de millones de personas que viven a menos de 60 kilómetros de la costa si los casquetes de hielo polares continúan derritiéndose al ritmo actual. De hecho, algunas poblaciones costeras británicas ya saben que van a desaparecer bajo el mar en cuarenta o cincuenta años, un drama que ya vivieron los pobladores mesolíticos de Doggerland.
Las únicas evidencias que quedan de aquella cultura nómada de la Edad de Piedra están bajo el mar. Esto ha ayudado a preservarlas. En el análisis de los sedimentos han encontrado también secuencias de trigo. Esto significa que la agricultura empezó 2.000 años antes de lo que se pensaba en Reino Unido. Seguramente el trigo fue traído del sud de Francia o de los Balcanes, según Gaffney. Por tanto, sus pobladores no estaban tan aislados del resto de Europa como se creía.
Si no hubieran subido las aguas hace 10.000 años y se hubiera producido el tsunami, Londres, Ámsterdam y Róterdam serían ciudades interiores. Los ríos Támesis, Mosa, Escalda y Rin se unirían y fluirían a lo largo de lo que ahora es el lecho del Canal de la Mancha antes de llegar al océano Atlántico. La zona de la desembocadura de estos ríos tendría una enorme importancia estratégica y muy probablemente ahora habría una ciudad-capital que se habrían disputado británicos y franceses. Tal vez Doggerland sería un país y esa ciudad su capital. Gran Bretaña no sería una isla sino la parte noroeste del continente europeo y quizá no habría esa percepción tan grande de distanciamiento de Europa que ha marcado el carácter de los británicos y que ha emergido en el proceso del Brexit.