El presidente estadounidense Donald Trump, positivo en coronavirus junto a su mujer Melania, ha dicho a sus asesores que quiere volver a la Casa Blanca hoy mismo, después de que los médicos plantearan la posibilidad de darle el alta el lunes, porque se está "aburriendo" en el hospital Walter Reed y "cansándose" de ver la cobertura televisiva de su infección por covid-19, según informa Daily Mail.

Algunos asesores ven el posible regreso a la Casa Blanca como una "decisión política" a pocas semanas de las elecciones. A los ayudantes de Trump también les preocupa que una pronta liberación pueda resultar contraproducente si sus síntomas recaen y se ve obligado a volver al hospital, según afirman en el Washington Post.

Dos persons cercanas a Trump explicaron en New York Times que el presidente había estado "ansioso" por ser dado de alta. Trump se ha "exasperado" por la cobertura televisiva de su enfermedad y las especulaciones sobre su transferencia de poderes al vicepresidente Mike Pence.

Algunos asistentes temen que Trump presione a sus médicos para que lo den de alta, engañándolos sobre su salud. El equipo médico de Trump afirmó el domingo que el presidente "continuó mejorando" dos días después de que fuera ingresado en el hospital.

El médico de la Casa Blanca, Sean Conley, también reconoció por primera vez que a Trump se le había administrado oxígeno después de una "rápida progresión" de su enfermedad, pero la confusión ha reinado en la Casa Blanca, ya que esta evaluación optimista fue seguida por otra que confirmaba que la condición de Trump era "muy preocupante".

Además de oxígeno, Trump ha sido tratado con dexametasona, un esteroide usado para tratar la inflamación en otras enfermedades, y con remdesivir. Los médicos han dicho que ambos medicamentos tienen sentido en las primeras etapas de la enfermedad para evitar que ésta empeore, pero la dexametasona se reserva generalmente para las personas cuya condición se ha deteriorado.

Trump afirmó en un video el domingo que había "aprendido mucho sobre covid" al "ir realmente a la escuela" mientras luchaba contra el virus, pero el presidente causó una enorme controversia al dejar brevemente el hospital para saludar a sus seguidores desde uno de sus vehículos oficiales, lo que en redes fue enormemente criticado ya que demostraba que no había aprendido nada en absoluto.

El portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere, aseguró que se habían tomado las precauciones "apropiadas" para proteger a Trump y a su personal de apoyo, incluyendo el equipo de protección. "El equipo médico autorizó el movimiento como algo seguro", añadió.

A menos de un mes de las elecciones, la hospitalización del presidente lo ha dejado fuera de la campaña para tratar de revisar la ventaja de Joe Biden en las encuestas. Biden -que anunció su última prueba negativa de coronavirus el domingo- comenzará la semana con un viaje a Florida, un estado clave para la campaña.

Una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el domingo no mostró signos de votos por simpatía, ya que Biden sigue conservando una fuerte ventaja incluso después de la infección de Trump.

En la encuesta se afirma que el 65% de los americanos, incluyendo el 50% de los republicanos registrados, están de acuerdo en que "si el Presidente Trump hubiera tomado el coronavirus más seriamente, probablemente no se hubiera infectado".

Trump se ha burlado del uso de mascarillas y del distanciamiento social durante la pandemia. Además de Trump y Hicks, numerosos miembros de la Casa Blanca y al menos tres senadores republicanos han contraído covid-19 han contraído covid-19, junto con la primera dama Melania Trump, que no ha experimentado síntomas severos.