El presidente estadounidense, Donald Trump, considera que es posible tener la vacuna contra el nuevo coronavirus este mismo año y ha puesto en valor el esfuerzo que se está invirtiendo en su desarrollo, que considera el mayor proyecto científico desde la Segunda Guerra Mundial, cuando se fabricaron las primeras bombas atómicas.
"Nadie ha visto nada como lo que estamos haciendo en este país desde la Segunda Guerra Mundial. Increíble", ha dicho Trump desde los jardines de la Casa Blanca, rodeado de científicos y funcionarios implicados en este proyecto, en el que entrarán en juego actores públicos y privados. En cualquier caso, el mandatario defiende la necesidad de reanudar la actividad económica porque "con vacuna o sin ella, hemos vuelto", y confía en que, aunque no haya avances, Estados Unidos aguantará y el virus simplemente "se irá".
Trump ha negado que Estados Unidos esté actuando por su cuenta en esta tarea -"no tenemos ego", ha alegado--y ha dicho que colabora "con muchos países diferentes" en busca de un objetivo común, en el lanzamiento formal de la denominada 'Operación Velocidad Máxima' para hallar la vacuna. Con ese fin, al frente de la operación estará el responsable del Mando de Materiales del Ejército, Gustave Perna, un general de cuatro estrellas. El principal objetivo es concluir en cuestión de meses un proceso que habitualmente puede tardar varios años.
Estados Unidos es el lugar del mundo más golpeado por la pandemia de coronavirus y suma más de 1,4 millones de casos y más de 86.000 muertes. El estado de Nueva York, principal foco en el país norteamericano, ha comenzado este viernes su progresiva reapertura, que por ahora no afecta a la ciudad homónima.
El gobernador, Andrew Cuomo, ha autorizado la reanudación de ciertas actividades en zonas del centro y del norte del estado, alejadas del gran núcleo poblacional. La ciudad de Nueva York y otras regiones que siguen registrando datos preocupantes seguirán con los controles actuales al menos hasta el 28 de mayo.
Cuomo ha avisado de que "se espera ver un incremento de casos" en algunas zonas, por lo que ha apuntado que las autoridades pueden verse obligadas a dar pasos atrás. En cambio, si el brote sigue bajo control después de dos semanas, estas áreas podrán pasar a una segunda fase.
Por otra parte, China ha defendido que Pekín y Washington deberían reforzar su cooperación contra la pandemia del coronavirus después de que Trump diera a entender que podría romper las relaciones con el gigante asiático. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, ha defendido que mantener unas relaciones estables entre los dos países redunda en el interés de ambos y de la paz y la estabilidad.
"China y Estados Unidos deberían seguir fortaleciendo la cooperación en la lucha contra la epidemia, superar la epidemia lo antes posible, tratar a pacientes y restaurar la producción y la economía, pero esto también requiere que Estados Unidos y China avancen el uno hacia el otro", ha sostenido, según el diario oficial 'Global Times'.