El presidente Donald Trump tuvo que cancelar los eventos de campaña previstos en Nevada, en las ciudades de Reno y las Vegas, por las restricciones impuestas por el coronavirus. Pero en la pequeña localidad de Minden, miles de partidarios el sábado se rindieron a sus pies a pesar de la directiva estatal sobre el coronavirus que limita las reuniones a no más de 50 personas tanto en interior como en exterior. Y el domingo, en un segundo acto en Henderson, cerca de las Vegas, también pudo dirigirse a la masa concentrada frente a él.

A juzgar por las imágenes de Minden, en las que sólo algunos asistentes usaron mascarillas y nadie guardó la distancia social, bien podría parecer que la pandemia del coronavirus es agua pasada - o tal vez nunca existió-, para los fanáticos del presidente que se agolparon en las pistas del hangar del aeropuerto. “El gobernador de su estado ha intentado por todos los medios evitar que tengamos este acto”, dijo en voz alta Trump, refiriéndose al demócrata Steve Sisolak.

Los seguidores del presidente habían pasado horas esperando a que se les permitiera el acceso al recinto, hasta que poco antes de las 5 de la tarde, como si de una maratón se tratara, corrieron para situarse lo más cercano posible al presidente. Mientras cogían sitio, de fondo se escuchaba la música de Elton John y Queen.

Una asistente, emocionada por unirse a la multitud para apoyar al presidente, dijo que se sentía segura y que no usaba máscara porque no cree que la pandemia sea tan grave como dicen los expertos en salud: "Veo a personas con máscaras en la calle, evitando acercarse a otras personas; es triste. Tenemos que salir e interactuar, así es como nos volvemos inmunes. Necesitamos desarrollar inmunidad", explicó María Ainsclugh.

Al día siguiente, Trump reunió en Henderson, (a unos unos 30 kilómetros de Las Vegas), a cerca de 6.200 personas en el segundo acto del fin de semana, comenzando una gira por el oeste del país. En esta ocasión el evento se llevó a cabo bajo techo, en la sede de una empresa a la que las autoridades locales amenazaron con una citación judicial si seguían adelante.

“La ciudad de Henderson ha emitido una carta de cumplimiento y una advertencia verbal al organizador del evento acerca de que el, según lo planeado, sería una violación directa de las directivas de emergencia COVID-19 del gobernador.

Según la normativa, al igual que en Miden, no están permitidas las reuniones de más de 50 personas, y los grandes eventos en directo deben ser aprobados por el Departamento de Negocios e Industria de Nevada, División de Relaciones Industriales: “En este momento - aclara el comunicado-, no se ha notificado a la Ciudad que este evento haya sido aprobado. Si no se siguen las directivas del gobernador, la Ciudad puede imponer una multa de hasta 500 dólares por infracción, así como suspender o revocar la licencia comercial”.

Ni los propietarios de la empresa Xtreme Manufacturing, dedicada a la maquinaria de construcción, y en cuyas instalaciones se llevó a cabo el mitin del domingo, ni Trump, se amedrentaron ante las amenazas legales. Cuando los miles de partidarios de Trump llegaron al mitin, las sillas estaban colocadas en fila, pegadas las unas a las otras, y el evento se llevó a cabo con el éxito esperado.

El equipo de campaña de Trump reaccionó asegurando que “si pueden reunirse miles de personas que protestan en las calles, apuestan en un casino o incendian pequeñas empresas en disturbios, pueden reunirse pacíficamente bajo la Primera Enmienda y escuchar al presidente de Estados Unidos”.

Los republicanos no ganan en Nevada desde 2004, pero Trump se esfuerza por cambiar el color político de este estado clave en las elecciones, en el que Hillary Clinton le ganó por dos puntos en 2016, y donde las encuestas este año dan ventaja a su rival demócrata Joe Biden por seis puntos de diferencia.

"Este tipo (el gobernador de Nevada) es en el que estamos confiando con millones y millones de votos. Puede amañar las elecciones", alegó Trump en referencia a la decisión de Sisolak de enviar papeletas a todos los votantes registrados del estado por si quisieran votar por correo.

Tal y como viene diciendo en las últimas semanas, el mandatario continúa poniendo en duda la integridad de las próximas elecciones presidenciales en Nevada y en todo el país, sugiriendo que las papeletas electorales por correo se enviarán solo a “áreas Demócratas” y no Republicanas. En Nevada, las papeletas se distribuirán por correo en todo el estado a todos los votantes registrados y activos, incluidos Republicanos, Demócratas, no partidistas y quienes se hayan registrado con otros partidos políticos.

El presidente arremetió una vez más en sus discursos contra su contrincante Joe Biden asegurando que el demócrata “no puede liderar nuestro país porque realmente no cree en nuestro país", dijo. "Es el peor candidato en la historia de la política presidencial".

Ante la audiencia concentrada, Trump manifestó que se sintió profundamente ofendido con Joe Biden por los comentarios que hizo el nominado demócrata sobre una publicación de la revista The Atlantic que afirmaba que Trump, en 2018, llamó "tontos" y "perdedores” a los soldados muertos en la Primera Guerra Mundial: “ustedes saben en el corazón” que los comentarios de Trump, de ser ciertos, son deplorables. Nunca me he sentido tan decepcionado en mi carrera con un líder que haya trabajado, presidente o de otro tipo, declaró Biden a los periodistas a principios de septiembre.

La Casa Blanca y el presidente, calificaron la noticia de The Atlantic como “fake news”. En su discurso ante la multitud, Trump aprovechó la ocasión para hacer hincapié en ello: "No hay nadie que ame a nuestros militares, ni los respete más que yo. Había 25 testigos en el expediente que dijeron que aquello nunca sucedió". Trump llamó a Biden un "ser humano patético”. "Son una vergüenza, pero sabes la parte buena, ahora puedo ser realmente cruel", y añadió que debido a las declaraciones de demócrata, sintió que ya no necesitaba ser "agradable".

"Joe Biden no puede liderar nuestro país porque realmente no cree en nuestro país", manifestó. "Es el peor candidato en la historia de la política presidencial".

El presidente, sin pelos en la lengua, (y también sin máscara facial en ninguno de los dos mítines del fin de semana), aseguró que el Partido Demócrata quiere permitir que las iglesias se quemen mientras los agitadores se amotinan en las calles: "El plan de Biden es apaciguar a los terroristas nacionales y mi plan es arrestar a los terroristas nacionales", exclamó entre vítores. "Estos son lunáticos de extrema izquierda que Biden selecciona para el personal de su gobierno".

Con respecto a la pandemia, dijo: "Si se tratara de “Sleepy Joe” (“Joe, el adormilado”) y Obama, no tendrías una vacuna hasta dentro de 3 años", afirmó. Ha sugerido que una vacuna podría estar lista antes de fin de año.

Trump también tuvo palabras para la compañera de fórmula de su adversario, la senadora Kamala Harris, garantizando que ella sería presidente "en aproximadamente un mes" si ganaba Biden, afirmando que el exvicepresidente de Obama, de 77 años, sería una figura decorativa y que Harris tendría el poder.

El presidente predijo que ganaría las próximas elecciones de noviembre y “después de eso”, dijo, “negociaremos” afirmando que “probablemente tenga derecho a otros cuatro años después de la forma en que nos trataron”.

No es la primera vez que Trump manifiesta sus deseos de ser presidente en una tercera legislatura. En un mitin celebrado en Wisconsin en agosto, afirmó que, en caso de ser elegido de nuevo, “iría a por otros cuatro años más” porque los demócratas “espiaron mi campaña”, haciendo referencia a su teoría no probada del “Obamagate”.

El límite no oficial de dos mandatos de Estados Unidos se estableció bajo los presidentes George Washington y Thomas Jefferson, pero fue violado por el presidente Franklin Delano Roosevelt, quien fue elegido cuatro veces entre 1932 y 1944. Siete años después, en 1951, el Congreso ratificó la 22 Enmienda limitando oficialmente a los presidentes a dos mandatos. "La conclusión es que, cuando ganamos, Estados Unidos gana", dijo el presidente a la multitud de simpatizantes.