El presidente de EEUU, Donald Trump, vuelve a la carga con su polémico muro tras la matanza de seis niños y tres mujeres en el norte de México. Defiende que Estados Unidos ha de blindarse en la frontera sur. Mientras, las autoridades mexicanas ya han identificado al cártel que perpetró la masacre y lo vinculan a la lucha armada con sus rivales de la droga.
"La gente está empezando a decir quizá Trump tiene razón sobre el muro, tiene razón sobre la necesidad de tener una frontera muy fuerte". Así, utilizando la brutal matanza en México de nueve miembros de una misma una familia de mormones de origen estadounidense, Donald Trump ha vuelto a insistir en la necesidad de construir su muro fronterizo.
Tras encontrar más de 200 casquillos de bala, el Gobierno mexicano asegura que las armas utilizadas son fusiles de asalto de origen estadounidense.
La principal línea de investigación apunta que detrás está el cartel de La Línea, que confundiría a las camionetas en las que viajaba la familia con narcos de otro cartel rival, los Salazar.
Pero los familiares de los fallecidos lo niegan porque una de las mujeres salió a rogar a sus asesinos que dejaran de disparar antes de ser acribillada. "Cristina se bajó de la camioneta y alzó las manos, así que lo de que había confusión es totalmente falso".
Junto a ella, murieron otras dos mujeres y seis niños. Una bebé es una de las supervivientes. "Su sillita está balaceada. Tiene tres balazos la sillita, no más le erraron al cuerpo".
Mientras en el hospital se recuperan otros seis menores heridos. Destaca la heroicidad de Devin, uno de los hijos de la familia, que ocultó entre los arbustos a seis de sus hermanos y caminó más de 20 kilómetros en busca de ayuda.