Es buen momento para recordar cómo arrancó la presidencia de Donald Trump. Un día después de su toma de posesión como presidente de Estados Unidos, durante el primer fin de semana en la Casa Blanca, Trump visitó la sede de la CIA en Washington. En un intento por hacer las paces con la comunidad de Inteligencia, tras la agitada campaña electoral de 2016.
Trump quiso expresarles su gratitud e insistió en que valoraba extraordinariamente el trabajo de la agencia. "Hicieron que sonara como alguien que tenía un enfrentamiento con la comunidad de inteligencia. Quiero que todo el mundo sepa aquí que es exactamente lo contrario", aseguró allí el presidente ante tímidos aplausos.
Durante 2016, Trump lanzó reiterados ataques contra la comunidad de Inteligencia. Acusó de partidismo a la CIA. Comparó a las agencias con los nazis. Cargó contra las investigaciones del FBI.
Aquella visita a los cuarteles generales de la CIA acabó siendo extremadamente polémica, porque el presidente dedicó gran parte de su discurso a cargar contra los medios de comunicación, la cobertura de su ceremonia de toma de posesión y la cantidad de público asistente.
Las críticas de Trump a los líderes de las diferentes agencias de Inteligencia y ciertos modos de funcionamiento no terminaron en la campaña electoral. Y han ocupado horas y horas de tuits matutinos del presidente Trump desde que llegó a la Casa Blanca.