El optimismo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respecto a la evolución de la crisis del coronavirus puede llegar a resultar hilarante. En su última comparecencia ante la prensa se mostró convencido de que el virus "va a desaparecer sin vacuna" y "no volveremos a verlo, con suerte, tras un período de tiempo".
El mandatario subrayó que podría haber un "brote" en otoño o el próximo año, "pero eventualmente se irá". "Hay algunos virus o gripes que vinieron y se fueron de la misma forma, y nunca encontraron la vacuna", dijo Trump, que agregó "Y han desaparecido. Nunca volvieron a aparecer. También mueren, como todo lo demás".
Cuando los periodistas le preguntaron si hay algunas evidencias para esas afirmaciones, el presidente respondió, que solo confía en la opinión de los médicos. "Dicen que se irá. Eso no significa que este año, no significa que se irá, francamente, para el otoño o después del otoño, pero, finalmente, desaparecerá", aseguró.
Sin embargo, el presidente del país más afectado por la pandemia, admitió que "si tuviéramos una vacuna eso sería muy útil". Anteriormente, Trump había declarado que el país tendría la vacuna contra el coronavirus "para finales de este año". El mandatario agregó que muchas compañías, entre ellas Johnson & Johnson, están impulsando su desarrollo y trabajando duro para conseguirla.
Por otra parte, la Casa Blanca ha justificado su rechazo a implementar las recomendaciones emitidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para la reapertura de Estados Unidos porque "esas pautas están en proceso de edición".
Esas pautas de los CDC están pasando por un proceso de edición", aseguró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, cuestionada durante una rueda de prensa sobre por qué, si la Casa Blanca "no ve un obstáculo" las recomendaciones de los CDC, no se publican.
La Administración de Trump no tiene previsto implementar las recomendaciones de los CDC. La guía en cuestión, de 17 páginas, proporciona unas sugerencias más detalladas para reactivar el país en el marco de la pandemia del coronavirus que las ofrecidas por el Ejecutivo estadounidense el mes pasado, incluyendo apartados específicos para colegios e iglesias.
Sin embargo, el grupo de trabajo del coronavirus de la Casa Blanca considera que las pautas presentadas por Trump a mediados de abril ya clarifican que cada estado "debería reabrirse de una manera segura y responsable basada en los datos" y de una forma individual. A este respecto, McEnany afirmoque la Administración Trump quiere "que el pueblo estadounidense obtenga tanta información como sea posible en este momento". "Es por eso que tenemos las pautas de reapertura gradual, las pautas basadas en datos", defendió.
El mandatario estadounidense presentó un plan de tres fases para reabrir Estados Unidos que permitía a los gobernadores tomar decisiones individualizadas, basándose únicamente en las situaciones y consecuencias derivadas de la pandemia de la Covid-19 de sus estados.