El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, hambriento de manifestaciones de campaña electoral y acosado por un informe periodístico explosivo, no ha podido soportarlo más. Años de agravios y resentimiento hacia los medios de comunicación surgieron en un torrente. El magnate neoyorquino gritó, se entusiasmó y explotó Internet con una de las actuaciones más asombrosas de su Presidencia.
La Pascua de Trump había sido arruinada por una investigación condenatoria del New York Times de 5.500 palabras que mostraba que el presidente desperdició un tiempo precioso en enero y en febrero cuando numerosas figuras del Gobierno dieron la voz de alarma sobre el coronavirus.
Con más de 23.000 vidas estadounidenses perdidas en tales circunstancias, algunos presidentes ahora podrían estar considerando renunciar. No es, ni mucho menos, el caso de Trump. Llegó a la sala de reuniones del ala oeste de la Casa Blanca decidido a decirle al mundo que no tenía culpa alguna. En cambio, fue una fase nueva de su guerra contra el "enemigo del pueblo": los medios de comunicación.
El presidente arremetió contra los reporteros, contra el demócrata Joe Biden y se negó a aceptar que se había equivocado en la gestión frente a la pandemia del COVID-19. "La historia en el New York Times es totalmente falsa, es un periódico falso y escriben historias falsas. Y algún día, con suerte en cinco años, cuando no esté aquí, todos esos periódicos se cerrarán porque nadie los va a leer", dijo Trump.
El mandatario ordenó que las luces de la sala de reuniones se atenuaran para dar paso a un montaje de videoclips al más propio estilo de una campaña. Hubo imágenes de médicos que aseguraron en enero que el coronavirus no representaba una amenaza inminente. También aparecía Trump declarando una emergencia nacional y los gobernadores demócratas elogiándolo por haber brindado asistencia federal.
Los reporteros veteranos que cubren la información gubernamental afirmaron que no recordaban que una película así se reprodujera en esa sala. Fue preparada por Dan Scavino, el director de redes sociales de la Casa Blanca, y un equipo en menos de dos horas, explicó Trump, añadiendo que "podríamos darles cientos de clips como ese".
Una y otra vez, Trump destacó su decisión de prohibir algunos vuelos desde China a fines de enero antes de que se confirmaran muertes relacionadas con el COVID-19 en el país norteamericano. A pesar de que casi 400.000 personas viajaron a EEUU procedentes del gigante asiático antes de que se aplicaran las restricciones y 40.000 personas han aterrizado desde entonces.
La corresponsal de CBS News, Paula Reid, fue al grano: "El argumento es que te compraste algo de tiempo. No lo lo usaste para preparar hospitales. No lo usaste para aumentar las pruebas. En este momento, casi 20 millones de personas están desempleadas. Decenas de miles de estadounidenses están muertos". Trump no pudo dar una respuesta razonable y criticó las "vergonzosas" formas de Reid.
La sesión informativa se prolongó durante más de dos horas. Incluso Fox News se rindió antes del final. Adam Schiff, presidente del comité de inteligencia de la Cámara de Representantes, habló por muchos cuando se preguntó el motivo por el cual los medios de comunicación llevaban en directo estas conferencias de prensa de Trump. "Están llenas de desinformación y propaganda. Del propio presidente, nada menos. El país estaría mucho mejor servido e informado si utilizaran los aspectos más destacados más adelante. Suficiente es suficiente", tuiteó Schiff.