El objetivo -lograr el equilibrio en la cuerda floja- exige dotes de funambulismo. ¿Cómo alcanzar el desconfinamiento total sin poner en peligro la salud de la población en tiempos del coronavirus? ¿Cuál ha de ser el ritmo adecuado? Sin fórmulas ni certezas, cada país desarrolla su propia hoja de ruta. Ensayo y error. Estos son los casos en los que se ha tropezado y decidido dar un paso atrás, echar el freno en la desescalada y volver a endurecer algunas restricciones.
Vuelven a cerrar algunos colegios. El país inició el desconfinamiento el 11 e mayo. Durante esa primera semana, se abrieron guarderías y escuelas de primaria (la asistencia presencial es voluntaria). Una semana más tarde, se han cerrado 70 colegios por detectarse en ellos casos de coronavirus, según ha informado el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer. Insiste en que es "un porcentaje muy bajo" (entre más de 40.000 centros). Aunque, según ha indicado, el 70% de los alumnos opta todavía por seguir sus clases a distancia.
El 18 de mayo, el país comenzó a abrir las aulas a los alumnos de quinto y sexto curso (entre 11 y 13 años), pero solo en las consideradas "zonas verdes del país" (aquellas menos expuestas al virus). Ese paso no se ha dado en las zonas rojas, en las que el desconfinamiento gradual es más lento. Las condiciones de esa vuelta a las aulas son muy criticadas por diversas asociaciones de padres y profesores. "A veces se nos reprocha ser demasiado prudentes y otras, no serlo lo suficiente", ha dicho el ministro de Educación.
Nuevas restricciones en las salidas. Durante la cuarentena, en Francia se ha permitido salir a la calle a practicar ejercicio. Sin embargo, ciudades como París se desmarcaron y decidieron imponer mayores restricciones a las salidas. Esos Ayuntamientos mostraron su preocupación porque, en algunos casos, el buen tiempo había relajado los hábitos de confinamiento. La capital francesa, por ejemplo, decidía en abril prohibir el running entre las 10 y las siete de la tarde, algo que sí había permitido en las primeras semanas de cuarentena.
Repunte de casos. Con una tasa de mortalidad muy inferior a otros países, el Gobierno de Angela Merkel fue uno de los primeros europeos en aliviar las restricciones impuestas para frenar la Covid-19. Días después, sin embargo, algunos datos sobre la circulación del virus pusieron en alerta al Instituto Robert Koch, el encargado de controlar la pandemia.
Se informó de un repunte de los casos. Los focos de contagio se detectaron en mataderos de los estados de Renania del Norte-Westfalia y Schleswig-Holstein. El 8 de mayo, las autoridades locales reactivaron la emergencia y una nueva limitación de movimientos en tres distritos del país.
Merkel y las autoridades locales ya se habían comprometido echar "el freno" y retomar las restricciones si la tasa de infección se elevaba por encima de los límites impuestos por el Instituto Robert Koch.
Cierre de locales nocturnos. En Corea del Sur, un país alabado por su gestión del coronavirus, un nuevo brote llevó a las autoridades a volver a cerrar más de 2.000 bares y centros de ocio nocturno que había abierto durante el desconfinamiento. Se difundió, entonces, la noticia que la "noche loca" de un joven de 29 años en cinco locales abarrotados había desencadenado un aumento de contagios.
Confinamiento total en Shulan. El país epicentro del coronavirus fue el primero en imponer la cuarentena y, posteriormente, en proclamar el control de la situación. Ahora, las autoridades acaban de anunciar el confinamiento total de la ciudad de Shulan (con unos 700.000 habitantes), en la provincia de Jilin, a causa de un nuevo brote. Antes, el 10 de mayo, habían impuesto el confinamiento parcial al detectarse nuevos contagios. En este paso atrás, las escuelas vuelven a cerrar sus puertas y los transportes públicos han sido suspendidos.
El país persa fue uno de los primeros en sufrir los efectos del coronavirus. El 10 de mayo, un mes después de comenzar a abrir los comercios, las autoridades alertaron de un repunte de los casos de Covid-19. Decidieron recular y volvieron a imponer nuevas restricciones a la movilidad y a la actividad comercial en la provincia de Khuzestán.