"¿Acabaría saliendo mi bebé?", la historia de una joven que estuvo 3 días de parto
Informativos Telecinco
15/04/201911:14 h.La joven, especializada en retiros de relajación para embarazadas, relata su historia en el 'HuffPost' de Reino Unido. Cuenta que cuando observó una mancha húmeda en sus pantalones pensó que iba comenzar su parto soñado. "La matrona llegó a mi casa pocas horas después y comprobó si había dilatado, pero por desgracia, aún nada. No sospeché que fuera a seguir así durante las siguientes horas, y días".
Se quedó en casa tranquilamente con su pareja. Pasadas 24 horas, no ocurrió nada en su cuerpo por lo que llamó al hospital para que le hicieran una revisión, tal y como le habían indicado. "Probé haciendo ejercicios, descansando, respirando de distintos modos, dando botes, pero no había resultado. Llamé al hospital y me dijeron que preparara la maleta para ingresar. “Solo me van a hacer pruebas”, pensé. Sin embargo, estaba diciéndole adiós al parto en casa" dijo.
"Cuando llegué al hospital, no quería de ninguna de las maneras que mi hija naciera ahí. Me había preparado muchísimo para un parto en casa y en el hospital no me sentía cómoda. Retrasé la inducción del parto lo máximo que pude, aún con la esperanza de tener un parto natural en mi casa, pero no dejaban de decirme que tenían que inducirme el parto" añadió, solicitó un parto de agua pero también se le denegaron.
Tras entender que lo mejor para que el bebé naciera bien era la inducción del parto, accedió. Sin embargo, tampoco funcionaba, le dieron un supositorio y después de 8 horas seguía sin dilatar, le administraron oxitocina que le provocó contracciones pero su cuerpo seguía sin avanzar, al día siguiente le aumentaron la dosis de esta sustancia pero tampoco tuvo resultado. "Perdí los nervios. Me puse a llorar. No sentía el apoyo de nadie. ¿Acaso había un plan? ¿Acabaría saliendo mi bebé?".
Llegó un nuevo especialista el cual le dijo que su cuello uterino aún no había respondido y que podría tardar otras 12 horas. "Yo no me veía capaz de aguantar otras 12 horas, así que sugirió la cesárea, era decisión mía y la acepté".
Atenuaron las luces, pusieron música, mi marido permaneció junto a mí y a la hora, Gus ya había nacido. El equipo médico me apoyó tanto que aunque el parto no fue como había planeado, al final fue empoderante sentir que tenía el control. Pude tomar yo misma la decisión.